¿Qué significa ser cristiano en Irán?

Irán tiene una población de 71 millones de habitantes entre los que hay unos 300.000 cristianos. La gran mayoría (250.000) son armenios, unos 32.000 son asirios y el resto son católicos y evangélicos de familias convertidas, hace más de un siglo, por misioneros.
 
La historia del Cristianismo en Irán remonta al primer siglo de nuestra era, al comienzo del cristianismo, con las predicaciones de los apóstoles de Jesús. El cristianismo en Irán siempre ha sido una religión minoritaria, al lado de las religiones de estado mayoritarias, el zoroastrismo en el pasado y el Islam chiíta en la actualidad. Los cristianos de Irán han jugado un papel muy importante en la historia de la misión cristiana. Según los Hechos de los Apóstoles, había persas, partos y medos entre los primeros conversos cristianos en Pentecostés. Desde entonces, ha habido una presencia continua de cristianos e iglesias en Persia/Irán.
Una serie de denominaciones cristianas están representadas en Irán. Muchos miembros de las iglesias más antiguas y grandes pertenecen a grupos étnicos con su propia cultura y lengua. Los miembros de las iglesias más nuevas y menores, provienen de las minorías étnicas tradicionalmente cristianas y de conversos que vienen de un pasado no cristiano. Las principales iglesias cristianas son: Iglesia Apostólica Armenia de Irán (entre 150.000 y 250.000 fieles). Iglesia Asiria de Oriente de Irán (alrededor de 11.000 fieles), Iglesia Católica Caldea de Irán (alrededor de 7.000 fieles), varias denominaciones protestantes (15.000 miembros y fieles de varias iglesias). Las fuentes del gobierno iraní a veces son citadas como fuente de un total de 300.000 cristianos en Irán. En la actualidad hay 73 iglesias registradas en Irán. Muchas iglesias antiguas quedan en Irán de los primeros tiempos del Cristianismo. La Iglesia de Santa María en el noroeste de Irán por ejemplo, es considerada por algunos historiadores como la segunda iglesia más antigua después de la Iglesia de Belén en Palestina.
La presencia islámica en Irán comenzó en el año 642, con las conquistas del segundo Califa Ortodoxo Omar a Persia el actual Irán. El cristianismo gradualmente dio paso al Islam, y el cristianismo persa se hundió en una pequeña minoría. La conquista islámica de Persia, fue el comienzo de la persecución para los cristianos. En el año 1258 los mongoles conquistaron toda Mesopotamia, incluido Irán, el gobierno mongol fue un alivio para los cristianos persas hasta que los mongoles adoptaron el Islam.
La mayoría de los cristianos católicos en el Irán actual son miembros de la Iglesia Católica Caldea. La comunidad de habla aramea que queda independiente es la Iglesia Asiria de Oriente. Ambas iglesias hoy tienen representación menor en Irán que la étnica Iglesia Apostólica Armenia.
Debido a las presiones políticas y socioeconómicas en los años que siguieron a la Revolución Iraní de los AyatAllah en el año 1979, períodos de abierta persecución y tiempos de discriminación más latente. Como respuesta, muchos cristianos iraníes, tomaron parte de un éxodo general, han emigrado, mayormente a los Estados Unidos, Canadá y Europa Occidental.
En 1975 los cristianos suponían un 1,5 % de la población total. Estadísticamente un porcentaje mucho mayor de no musulmanes han emigrado fuera de Irán. En 2000, alrededor de 0,4% de la población iraní era cristiana.
En el año 1993 los lideres religiosos de Irán, los AyatAllah, intentaron a obligar a todos los Obispos de las iglesias cristianas afirmar una declaración que los obligaba a rechazar a cual que persona musulmán desea convertir al cristianismo. Todos los Obispos negaron a firmar esta declaración, y como respuesta a este negación un año después asesinaron el Obispo Ortodoxo el Monseñor Haik y el gobierno iraní empiezo a perseguir a todos los cristianos y aquellos musulmanes convertidos al cristiano, localizaron casi 10000 personas, todos han sido encarcelados y mal tratados. Entre ellos el Coronel en el ejército iraní, Hamid Bormandy y su mujer, a él le echaron del ejército sin ningún derecho a la jubilación. Los dos fueron condenados tres años de cárcel, en el año 2005, durante estos tres años en la cárcel fueron, castigados varias veces a litigados y la mujer violada en varias ocasiones.
En pleno fervor patriótico y religioso, la vida del cristiano Yusof Nadarjani pende de un hilo. Un tribunal lo encontró culpable en septiembre de 2010 de abandonar el Islam. Dos meses después recibió por escrito la confirmación de la sentencia: pena de muerte. La defensa de Nadarjani apeló y en junio el Tribunal Supremo planteó que había que revisar si el condenado llegó a ser musulmán practicante en algún momento de su vida adulta y que en cualquier caso, si vuelve a abrazar el Islam, debe anularse la condena a muerte. El tribunal local comprobó que, efectivamente, Yusof nunca fue musulmán practicante pero dictaminó que pese a eso debía ser ejecutado como apóstata por ser de ascendencia musulmana. Si se repasa el código penal iraní, no aparece la pena de muerte, pero el país la aplica a partir de decretos religiosos del AyatAllah Jomeini, el padre de la revolución islámica de 1979 que implantó el actual régimen islamista chií. La Constitución iraní afirma en su artículo 23 que nadie debe ser molestado o castigado por sostener una creencia religiosa, pero el régimen islamista no lo aplica a quienes abandonan el Islam por otra religión. Tampoco a quien predica el cristianismo, y Nadarjani no sólo se convirtió al cristianismo cuando tenía 19 años, sino que en la actualidad, con 34 años, era pastor de una comunidad evangélica. Al parecer, fue arrestado en 2009 cuando se atrevió a cuestionar el monopolio educativo del Estado sobre todos los niños del país. De hecho, la acusación original era de apostasía y evangelización de musulmanes.
La condena de un pastor cristiano Sa’id Abedini de 32 años de edad y natural de Irán, adquirió la nacionalidad estadounidense en 2010 al casarse con una ciudadana estadounidense, Naghmeh. Desde entonces, ha estado viajando sin problemas entre ambos países. No obstante, el pasado mes de septiembre fue detenido a su llegada a Irán acosándole de apostasía y la conversión al cristianismo. Por ello ha sido maltratado y torturado, advirtiendo de que su salud corre peligro, si sigue encarcelado en la República Islámica. Su mujer Naghmeh, por su parte, ha emitido un comunicado en el que asegura que tanto ella como sus dos hijos, una niña de seis años y un niño de cuatro, están devastados por el fallo. No pararemos hasta que Sa’id esté a salvo en suelo estadounidense.
Los cristianos de Teherán, la capital iraní, están obligados a identificarse ante el gobierno que quiere saber quiénes son los miembros de las iglesias establecidas en el país. De acuerdo con un cristiano iraní, Mansur Borji, dijo “esta actitud puede impedir que las iglesias tengan nuevos miembros. La posición de este gobierno es, básicamente, para evitar que la iglesia aumente sus seguidores y para que sea más difícil participar en las actividades cristianas. Los cristianos tienen miedo y tienen una razón para ello: los que acepten entregar sus números de identificación podrán ser controlados por el gobierno, terminando por negar a Cristo. Hace mucho tiempo que las iglesias están vigiladas por el gobierno, pero este nuevo requisito es otra señal de que están tratando de controlar y limitar el contacto con los musulmanes y sus iglesias”.

Desde siempre, las autoridades del régimen islámico iraní de los AyatAllah, están mintiendo sobre la situación de los cristianos en Irán, abusando de todos ellos y de sus propias leyes y pisoteando los Derechos Humanos en general y de los cristianos de Irán en particular.

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