El mundo árabe musulmán va de mal en peor

La situación en el mundo árabe cada vez va peor va para atrás, como la orina del burro, siempre para atrás. Hablando con mis familiares y amigos en mi país natal Irak, preguntando por la situación del país actual comprándole con la época de Saddam Husein. Todos coinciden que la situación del país (Irak) en la época de Saddam era mucho mejor que ahora. Todos afirman y “yo” que en la época de Saddam había muchas seguridades y oportunidades de trabajo, en la actualidad todos los días hay atentados con coches bombas en todo el país dejando centenares de muertos y mieles de heridos. Antes en la época de Saddam había solo un dictador gobernador y unos cuantos ladrones de su familia, hoy día hay centenares de dictadores tantos políticos como religiosos y no se sabe quien gobierna el país, además de decenas de miles de corruptos y ladrones con turbantes, en el nombre del Islam hacen todo lo que les da la gana. Algunos piden desesperadamente ojala que vuelva Saddam y su régimen.
En la Libia post-Gadafi la Primavera Árabe se ha marchitado del todo, dando paso a un Invierno Islamista que persigue a los cristianos que evangelizan en el país. Fuentes libias han asegurado que cuatro cristianos extranjeros están presos en la cárcel de Bengasi por “proselitismo”, y que los informes que apuntan que han sido liberados no son ciertos, apunta el diario online Libia Herald.
Fuentes diplomáticas en Trípoli, la capital, han apuntado que sus esfuerzos por lograr la liberación, y sus discusiones con las autoridades, han resultado del todo inútiles: Libia las ha ignorado. Los cristianos son oriundos de Sudáfrica, Egipto y Corea del Sur, y el cuarto posee la doble nacionalidad sueca y estadounidense. Todos ellos están detenidos desde febrero. Libia es un país complicado, compuesto por diferentes unidades territoriales y tribales. Es cierto que la gobernación de Gadafi se basó en la violencia, pero no fue su único pilar. El sistema de gobierno con los jefes tribales y de sobornarlos aseguró su régimen. El pueblo de Libia es conservador y religioso pero bajo el mandato del Gadafi nunca ha mostrado un interés real por el Islam radical.
Este me recuerda en la situación de los cristianos en Irán, viven su particular calvario por haber renunciado a la fe de Muhammad. Para los cristianos perseguidos, abrazar la cruz de Cristo cuesta un precio muy alto.
Recuerda, en la sociedad musulmana en general; un cristiano recibe todos los apoyos posibles para su conversión al Islam, tanto laborales como sociales. Por el contrario, los musulmanes que se convierten al cristianismo deben vivir escondidos para evitar el rechazo social de sus familias, incluso la posibilidad de asesinarlos.
Este es el caso de Parvaneh Sarabadi se convirtió al cristianismo junto a su marido hace ahora dos años. Nada anormal si no fuera porque Sarabadi y su marido eran iraníes. Él está muerto, lo asesinó un pariente que descubrió que la pareja había abandonado la fe del Islam, y ella sabía que el Islam es la religión oficial del Estado y abandonarlo por el cristianismo supone cometer delito de apostasía penado en ocasiones con la muerte. Tras varios meses de abusos sexuales y psicológicos por parte de su entorno, Sarabadi emprendió un largo y difícil viaje hasta Suecia, donde pidió asilo político y comenzó una nueva vida. Acogida por los fieles de la iglesia de Falun, el lugar en el que reside, se sentía más o menos segura hasta que, a principios de este año, supo que su solicitud de asilo había sido denegada. Suecia quiere enviarla de nuevo a Irán. Ahora su abogado lucha por conseguir la nulidad de su expediente de asilo y para que la Oficina de Inmigración estudie de nuevo el caso de Sarabadi, cuya vida peligra sólo por no querer negar a Jesucristo.
Abbas Sarjalou-Nejad, también iraní, se convirtió al cristianismo en 2008, un par de años después de la conversión de su mujer. Junto a su hijo de nueve años, vivían una vida normal y acudían a una iglesia; todo, claro, de forma clandestina. Así fue hasta que un día el pequeño enseñó orgulloso a sus tíos y abuelos paternos el regalo que le habían dado “en la iglesia”. La familia de Sarjalou-Nejad, que ya sospechaba una posible conversión por la ausencia de su hijo y hermano en las fiestas musulmanas, confirmó entonces la noticia. Estaban ante dos traidores conversos. Les instaron a regresar al Islam y, ante la negativa del matrimonio, les amenazaron: “Espero que seas capaz de soportar el dolor”, dijo a Sarjalou su hermano.
Sólo habían pasado unos días cuando cuatro agentes se llevaron a Sarjalou, a una celda. Después llegó el interrogatorio, golpes e insultos durante varias horas, al final lo dejan libre. Unos días después, cuando las autoridades indican a él y su mujer una dirección y una hora para una charla, deciden dejar su tierra y escapar de la intolerancia religiosa. No han podido regresar a Irán. Es el precio de creer en Cristo.
El Martes día 05 de marzo 2013 Yousef Nadarkhani, el sacerdote cristiano, fue ejecutado públicamente. Según las asociaciones cristianas los magistrados le conminaron a arrepentirse. Yousef respondió: arrepentirse significa retornar. ¿A qué debería retornar? ¿A la blasfemia que tenía antes de mi fe en Cristo? Los jueces replicaron: a la religión de tus mayores, el Islam. Yousef entonces respondió: no puedo. Las autoridades iraníes le condenaron a muerte porque no quiso negar el Señor Jesucristo. Dos relatores especiales de la ONU expresaron su preocupación por la detención de cientos de cristianos en Irán en los últimos años.
En Egipto, cuatro individuos armados no identificados han atacado este domingo 31 de Marzo 2013, la iglesia de la localidad de Shubra al Jeima, en la región de Caliubia, al norte de El Cairo, y se han llevado secuestrado a un niño cristiano copto.
Los atacantes efectuaron varios disparos intimidatorios y se llevaron a Abanoub Ashraf, de 12 años de edad. Todo ocurrió a la salida de la misa dominical y el objetivo fue el hijo de un empresario local. Según fuentes de la investigación el padre del niño ya habría recibido una llamada telefónica de los secuestradores en la que le exigen 2 millones de libras egipcias como rescate, es decir, unos 230.000 euros.
El párroco, el padre Paula, ha denunciado en declaraciones al diario ´Al Ahram´ que este secuestro supone un peligros precedente que podría ser el anticipo de mayores problemas. Incluso si el motivo del secuestro es pedir un rescate, el incidente continúa teniendo una dimensión sectaria peligrosa, ha advertido. Con los primeros disparos, ha relatado, se apresuró a cerrar las puertas del templo para impedir que los feligreses se vieran implicados.
En Túnez, reclama una mujer Tunecina, profesora en la universidad de Túnez amiga mía: “dos años después de la revolución en Túnez, el estado de ánimo de la población sigue estando muy dividido, nada ha cambiado, al contrario, antes al menos había seguridad, se podía salir de casa cual quier hora sin correr ningún riesgo, especialmente las mujeres, que en muchos lugares oficiales y sociales en Túnez se obliga la mujer a llevar el velo. Además el paro ha aumentado mucho más que antes. El turismo ha bajado casi el 30% por falta de seguridad. El radicalismo islámico se nota muchísimo en las calles de Túnez, algo que antes no se notaba para nada”.
La violación de mujeres cristianas a manos de musulmanes que quedan impunes es una práctica común en la región de Punjab (Pakistán), según denuncia en la agencia AsiaNews el sacerdote Jill John, de la diócesis de Lahore. El último caso de una mujer de 32 años y madre de cinco hijos fue violada por tres musulmanes que permanecen en libertad. La Policía ayuda a los culpables, denuncia el sacerdote que ha acudido al Ministro de Justicia. Una niña de diez años ha sido acusada de blasfemia en Abbottabad (Pakistán) por una involuntaria falta de ortografía al escribir. La palabra “naat” (alabanza), referida a Muhammad, se leía como “lanaat” (maldición). Se trata de una familia cristiana. La niña ha sido expulsada; su madre, despedida, y una multitud salió a la calle con gritos contra los cristianos.
En Indonesia, la Policía descubrió tres bombas bajo una iglesia de Ambón (Molucas) amenazada por islamistas.
Y “VIVE LA LLAMADA PRIMAVERA ÁRABE”…

Deja una respuesta