El Califato Islámico, llamado a conquistar el mundo

No es falsa modestia, pero llevo más de 30 años “practicando” el apostolado, proclamando la tierra y el cielo, advirtiendo del Islam, de los radicales islámicos y de todo lo que está pasando hoy día en Europa y en este amado país, que se llama España.
El Islam es uno de los problemas mayores que tiene el mundo actual, uno de los principales peligros para la paz de nuestra época, especialmente para el Occidente. El Islam está fundamentado sobre la conquista militar. La historia del Islam, desde su nacimiento está atestada de violencia y guerra y se extendió por “el filo de la espada”, hasta el presente. Desde el comienzo del siglo XXI, en Europa ha registrado un aumento muy significado de población musulmana, y por tener costumbres y creencias bastante distanciadas de los valores modernos de Occidente, se ha convertido en la minoría más visible. Además, la estrecha relación entre el terrorismo y la inmigración musulmana, el Islam en Europa se ha convertido en un tema muy polémico.

En este mes de marzo la Guerra Civil Siria cumple su cinco aniversario y ya son 12 millones de personas que han huido de sus casas desde el comienzo del conflicto en 2011. Cuatro millones de personas han buscado refugio fuera de Siria, en los países vecinos; Líbano, Jordania, Turquía, Irak y Egipto, un millón en Europa y siete millones están desplazados dentro de su propio país. El número de muertos en los casi cinco años de guerra civil en Siria se estima ya en más de 500.000. Lo que en un principio comenzó con un levantamiento popular en el marco de la llamada “primavera árabe” y se transformó en un conflicto civil entre el régimen de Bashar Al-Asad y grupos armados rebeldes ha terminado siendo un campo de batalla en el que se pasa la lucha por el poder. Aunque el régimen Baazista socialista nacionalista de Al Asad es laico, pero atañe a la confesión alauí, muy próxima al chiismo y acusada de hereje por los suníes. Los alauíes rechazan algunos preceptos del Islam como la peregrinación a La Meca y al Corán le añade su propio libro sagrado. Los alauíes llevan gobernando Siria desde hacía 40 años.
Para entender, cualquier conflicto en el mundo árabe, es preciso entender y diferenciar entre las dos ramas principales del Islam; suníes y chiíes, rivales eternas desde la muerte del presunto Profeta Muhammad en el año 632.
Hoy día, los suníes representan el 85% de la población musulmana mundial y los chiíes se limitan al 14%.
El califato (puesto de califa) es el problema más antiguo con el que tuvo que encararse el Islam y todavía es cuestión discutida. En toda la historia humana, nunca ha habido un asunto que ha causado más derramamiento de sangre que la del califato islámico.
El Califato (خلافة) es un sistema político único en la ideología del Islam. No puede ser comparado con los gobiernos musulmanes de hoy. El Califa (خليفة‎) es, literalmente, el sucesor del profeta como jefe de la nación y líder de la umma, la comunidad musulmana. El Califa tiene la autoridad de aplicar la ley islámica y declarar la guerra santa (Al-Yihad) en toda la tierra.
La muerte de Muhammad, el presunto Profeta del Islam, el 8 de Junio de 632, ocasionó una crisis. Muhammad murió sin dejar un hijo varón y sin designar claramente un sucesor, situación que generó una crisis política que sólo pudo ser resuelta con una maniobra muy inteligente de Abu Bakr, suegro de Muhammad, el padre de su mujer preferida la niña Aisha, elegido como primer califa. Abu Bakr gobernó dos años, y antes de ser asesinado designó a Omar, quien fue asesinado diez años más tarde. Le sucedió Otman, de la familia omeya, que ocupó el poder hasta el año 656, también murió asesinado. Finalmente, Alí, primo y yerno de Muhammad, el marido de su hija preferida Fátima, asumió el califato.
Con los primeros cuatro califas conocidos como ortodoxos, la religión islámica inició su expansión: las regiones de, Irak, Siria, Palestina, Persia y Egipto fueron las primeras en ser conquistadas. Como consecuencia del asesinato de Alí y sus hijos Al Hassan y Al Husein, el Islam se dividió a tres ramas; suníes, chiíes y jawarey (Yazidies). La familia omeya (suníes) se impuso en el califato en Damasco, pero no fue reconocido por los chiíes (partidarios de Alí), quienes, en 750, obtuvieron el califato para los descendientes de Alí pertenecientes a la familia abasí, que gobernaron desde la ciudad de Bagdad, construida en 762. En su auge, el Imperio Otomano abarcaba Oriente Medio, el norte de África, el Cáucaso y partes del este de Europa. Históricamente la capital del califato se fue moviendo a medida que el califato se expandía: Medina, Kufa, Damasco, Bagdad y Estambul han sido todas capitales del califato islámico, y los califas han sido de varias tribus y razas diferentes, pero siempre musulmanes radicales practicantes. Existe una disputa entre los musulmanes sobre el concepto del califato, que se mantiene principalmente como un sistema sunita. Los chiitas estiman que Alí, y sus descendientes tienen el derecho divino para dirigir a los musulmanes tras la muerte de Muhammad. El califato no entiende de fronteras políticas ni divisiones administrativas que no sean las recogidas por la shari’a (ley islámica), por lo que anula la legalidad de todos los reyes, emiratos, grupos políticos, estados y organizaciones por la expansión de la autoridad del califa y la llegada de las tropas a sus áreas.

Todos los árabes musulmanes en sus países de origen como algunos descerebrados podimitas y procedentes árabes, nominados catedráticos y profesores en geopolítica en las universidades españolas, como la U.C.M. (no quiero dar nombres) cuando enseñan o explican en sus clases, conferencias y seminarios, el problema del Islam y los musulmanes, arrojan toda la culpa sobre el Occidente, el imperialismo, las potencias mundiales, Estados Unidos de América, los interés económicos, el petróleo y sobre todo al Sionismo y el estado de Israel.
Señores “eruditos profesores”, el Islam y los musulmanes llevan XIV siglos en guerras entre sí y contra el Occidente, desde el comienzo del Islam en el siglo VII hasta hoy día. Tanto el petróleo como el Sionismo aparecieron en las primeras décadas del siglo XX, durante la primera guerra mundial. ¿Dónde estaban el imperialismo, Estados Unidos de América, el petróleo y el Sionismo, entre el siglo VII y XIX?

Las últimas revueltas y protestas en el mundo árabe, comenzaron en Túnez en diciembre del año 2010, cuando los tunecinos tomaron las calles de la capital Túnez gritando “El pueblo quiere la libertad”. Con el inicio del año 2011, las protestas se extendieron a otros países árabes, principalmente Egipto, Libia, Yemen y Siria, calificadas por distintos medios de comunicaciones y políticos, como las revueltas democráticas árabe o la “primavera árabe”. En mi opinión, la mala llamada primavera árabe es el comienzo de un otoño o inverno muy largo, muy escuro, lluvioso, pesado y peligroso, no trajo nada bueno, al contrario, aumentó el fanatismo y el radicalismo islámico no solo en el mundo árabe, sino en todo el mundo. Además, los únicos beneficiosos de estas revueltas están siendo, los Salafistas, los Wahabistas, sus brazos políticos, los Hermandad musulmana y los brazos armados de estos “los grupos terroristas islámicos”.

Lamentablemente, con las últimas rebeliones, los rebeldes contaron con el apoyo de todo el Occidente, antes de conocer realmente quien son estos rebeldes y cuáles son sus objetivos. De nuevo el Occidente se equivocó, primero se equivocó en Irán, en los finales del 1978, contra el Shah de Irán a favor del régimen de los AyatAllah Jomeini, la segunda metida de pata, en el año 2003, con la caída del régimen de Saddam Husein en Irak. Por lo tanto, no todas las rebeliones y protestas populares son buenas, al contrario puede ser peor, como hemos visto con los ejemplos anteriores. El occidente debe de aprender de todo ello. Para eso, sirve la historia para vivir el presente y plantillar el futuro. Los frutos o la cosecha de la llamada “primavera árabe” y en medio de este barullo, la aparición del Califato Islámico (Da’ash), el grupo terrorista más poderoso de los últimos tiempos, con su propio califato en Siria e Irak.

Da’ash se presento oficialmente en Abril 2013, como el Estado Islámico de Irak y Levante (EIIL), como una fusión entre el grupo vinculado a al Qaeda en Irak, el Estado Islámico de Irak (ISI), y un grupo yihadista rebelde de Siria, Al Nusra. Buena parte del éxito del Estado Islámico se debe a sus alianzas con los grupos sunitas iraquíes y el ejército Naqshbandi, antiguos aliados de Saddam Husein. Al mismo tiempo, el odio histórico entre las dos ramas principales del Islam, suníes y chiíes, van tomando cada vez más protagonismo. Al comienzo de agosto 2014, EIIL anuncia la unificación formal de los territorios que controlan en Siria e Irak, proclamando el Califato Islámico independiente de Irak y Siria en los territorios bajo su control, desde Alepo (Siria) hasta Diyala (Irak), pero las fronteras ideales del califato islámico que tienen en mente se extienden desde el golfo Pérsico hasta el Atlántico y desde allí a conquistar todo el mundo. El Califato Islámico de Irak y Siria, necesita un califa, en este caso, Abu Bakr Al Bagdadí, auto proclamado como el califa Ibrahim, para todos los musulmanes en el mundo, en su primera aparición, requirió a todos los musulmanes a sumarse al Califato para restaurar las glorias que vivió el Islam durante su máxima expansión, cuando los dominios islámicos iban de lo que es hoy Irán hasta los Pirineos, en la actual frontera entre España y Francia. De hecho, según Al Bagdadí, este es el momento de Al-Yihad y de tomar el camino del Profeta Muhammad, que después de cuya muerte la nación musulmana fue capaz de lograr victorias sobre el Imperio Bizantino y el Imperio Persa con sus reyes, imperadores y gobernantes, lo que implica que la nación islámica de hoy es capaz de derrocar a los imperios infieles.

El Califato islámico a la cabeza Al Bagdadí, está tratando de reforzar sus logros en el campo de batalla en Siria e Irak, creando una nueva entidad religiosa musulmana suníes, que amenaza con derrocar el orden político regional fundado en 1916 por el Acuerdo Sykes-Picot, entre el Reino Unido y Francia, que estableció las fronteras y repartió el Medio Oriente creando colonias y estados árabes. Al Bagdadí, no acepta las fronteras existentes o la división de los musulmanes en diferentes estados. Además, exige a los musulmanes a renunciar a toda visión del mundo opuesta al Islam y las ideologías occidentales, particularmente la democracia, que es incompatible con el Islam, el secularismo y el nacionalismo. Asimismo, a regresar a vivir al Islam como ha vivido Muhammad y sus seguidores y cumplir con las condiciones de la promesa de Allah respecto a la subyugación del mundo entero a la ley del Islam. En un mensaje a los yihadistas, Al Bagdadí llamó a continuar la guerra santa, al Yihad, que Allah ha bendecido a los musulmanes con la victoria que llevó al establecimiento del califato, aplicando las palabras del Corán (Sura 9:33) “Él es Quien ha mandado a su Enviado con la Dirección y con la religión verdadera para que, a despecho de los asociadotes, prevalezca sobre toda otra religión”. Por lo tanto, el califato de Al Bagdadí, está destinado a derrocar el orden existente en el mundo y luchar por la expansión del Islam y las fronteras del califato para alcanzar todo territorio posible en el mundo donde viven musulmanes.
Desde el nacimiento del Califato Islámico, ha dado al mundo una muestra de la barbaridad del Islam. Ha generado muchas guerras y ruinas en muchos países árabes, que antes eran estables, como Irak, Siria, Libia…etc. El resultado es la actual ola de emigración masiva a Europa. Los centros de inteligencias occidentales certifican que hay casi 5000 yihadistas vinculados al califato islámico infiltrados entre los actuales refugiados. En mi opinión son más. La pregunta obligada es ¿Cómo se puede diferir?

Los hombres y mujeres de religión islámica vienen aquí principalmente, huyendo de la guerra, del caos político y la dictadura social que sufren en sus países de origen. Por otro lado, las mentes retorcidas aprovechan ese hecho, para controlar a estos emigrantes en el Viejo Continente mediante una muy bien organizada y financiada red de imames. Estos imames, pescan estos emigrantes musulmanes y les ayudan económicamente. Al mismo tiempo, sirven para radicalizarlos, les inculcan ideas e enseñanzas religiosas fogosas contra todo el Occidente y sus gobernantes. En sus predicaciones, los imames inculpan al Occidente y a sus dirigentes, de todo el mal que sufren sus países de origen, llamándolos cruzados y infieles. Así, consiguen formar grupos radicales islámicos dentro de la Unión Europea, para la gran “conquista islámica”. ¿Quién cometió los crimines del 11S, 11M, 7J en Londres, los asesinatos de Paris, los recientes homicidios de Bruselas…etc.? Emigrantes de origen árabe musulmán, algunos nacidos en Europa de segunda y tercera generación.
El gran problema no está en la emigración musulmana sino en la integración, porque es muy difícil integrar a los musulmanes en la sociedad Occidental. Normalmente, los emigrantes musulmanes, viven en comunidades cerradas (guetos), juntos, practicando sus costumbres, tradiciones y su religión y no están dispuestos al cambio, al contrario, pretenden imponer sus costumbres, tradiciones y su fe en las sociedades donde viven.
Tenemos el ejemplo de varios barios musulmanes cerrados en París, Marsella, Londres, Ámsterdam, Alemania, Dinamarca, Barcelona…etc. Es lamentable, vergonzoso e indignante que en la capital de la Unión Europea y de la OTAN existe un bario como Molenbeek, que es el centro logístico del Da’ash en Europa.
¿Cómo es posible que en esos barrios vivan los terroristas con tranquilidad y nadie haga nada?

Para remediar el problema actual del Islam, el terrorismo islámico y la emigración en el Viejo Continente, se deben tomar medidas urgentes como las siguientes:

1- Urgentemente, hacer un llamamiento a toda la comunidad internacional, desde los Estados Unidos de América, pasando por la ONU, el Consejo de Seguridad Internacional, la OTAN, la Unión Europea, la Liga Árabe, la Liga Islámica…etc. para formar un ejército de coalición internacional, como el que constituyó Bush padre en el año 1991 contra Saddam Hussein en Kuwait en la “Tormenta del desierto” y así atacar el “califato islámico” en Irak, Siria, Libia…etc. acabando de una vez por todas con este grupo radical islámico incivilizado, con un ejército de tierra. Hasta ahora los ataques aéreos o los bombardeos se han mostrado, ineficaces, no hay tiempo que perder. Si las milicias del califato islámico se mueven más rápido que la comunidad internacional a la hora de tomar decisiones, tenemos el riesgo de soportar un éxodo y violencias terroristas más graves aún que el actual. Invertir los 6 mil millones de Euros, que la Unión Europea quiere pagar a Turquía para solucionar el problema de la emigración, para financiar está coalición. Turquía de Erdogan el radical musulmán, no es el país más indicado para solucionar el problema del califato islámico. Todos sabemos que Turquía a la cabeza Erdogan, motivó y mantiene el califato islámico, desde el territorio turco se mueven los yihadistas de Da’ash, venden y compran sus productos.

2- Establecer en la Unión Europea una política común anti terrorismo islámico y de la emigración. Cambiar las blandas leyes actuales contra los yihadistas y el terrorismo islámico por preceptos más rígidos e eficaz. Investigar y examinar a todos los emigrantes que entran en la Unión Europea, médica y psicológicamente así como su historial civil, para evitar la entrada de personas vinculadas al terrorismo yijadista y formalizar para ellos un programa de integración diseñado por personas conocedoras del mundo árabe musulmán. Es tal el desconocimiento en Occidente del mundo árabe musulmán, que hay que profundizar en su cultura disponiendo de asesores o consejeros fieles, capaces, preparados en religión, historia, teología, cultura e idioma, que no sean de raíces árabes musulmanes, porque ni el árabe, ni el musulmán traicionan a su patria o a su religión.

3- Vigilar y controlar policialmente los barios de mayoría musulmana en las ciudades europeas. Exigir a los imames de las mezquitas y los cabecillas de los musulmanes en el Viejo Continente con inspecciones por expertos, que condenen la violencia en sus predicaciones y sus discursos, de lo contrario y por Ley, someterlos a expulsión del Estado afectado.

Todos somos Belgas y hasta la próxima, ojala que NO…
Si no tomamos medidas urgentes…

Más información:
Raad Salam Naaman, Este es el Islam, Monte Riego (León) 2015

Raad Salam Naaman
Cristiano católico caldeo de origen iraquí

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