La visita de Su Santidad, a Turquía es una muestra de una gran valentía. Turquía de Erdogan, es una gran candidata y aspirante al título del “califato”, recordando y beneficiando de su antigua experiencia en la zona como gran potencia “antiguo imperio otomano”. Turquía, nunca olvida su antiguo imperio otomano perdido. Pretende conseguir la ayuda y una primacía amable entre sus vecinos especialmente, Arabia Saudita y Qatar, aprovechando de su buena relación con EEUU y el occidente por ser miembro de la OTAN para cultivar el momento de ganar terreno. No dejamos engañar por la cara amable de Erdogan y su famosa prepuesta de la “alianza de civilización”, es un islamista radical, su biografía y sus hechos hablan de él mismo. De hecho, toda la región está viviendo una inestabilidad política, removida por revoluciones dirigidas por radicales islámicos que han cambiado completamente el pasaje geopolítico-religioso de la región.
La verdad la visita de Su Santidad, a Turquía tiene muchísimo significado, para nosotros “los cristianos Orientales”, principalmente los cristianos de Irak y Siria, frontera con Turquía, que están sufriendo la persecución y el genocidio a manos de los musulmanes intolerantes. La ola islamista que ha invadido los países árabes, ha traído la inquietud a las minorías cristianas ya preocupadas por su supervivencia y que temen por su futuro en sus países de origen.
Estoy segurísimo de que el objetivo principal de Su visita a Turquía, tenía una misión y un resultado específico; dar aliento a las minorías cristianas en la zona, en especial Irak y Siria, cada vez más amenazadas en su persistencia y lanzar un mensaje de aguante, paz, tolerancia, reconciliación, impedir su éxodo de sus países natales y su relación con el Islam. Dar testimonio del Evangelio, del amor y de la paz a los musulmanes y con ello la importancia de la libertad religiosa que inquietan directamente a la fe y la presencia cristiana en Irak y Siria.
Su Santidad, en Su última visita a Turquía dio un ejemplo de un verdadero cristiano, discípulo de nuestro Señor Jesucristo, valía, humildad, seguridad, cercanía, sinceridad…etc. Cualidades, que nunca pueden mostrar los musulmanes ni sus líderes religiosos. En su encuentro con el máximo dirigente musulmán y el Presidente de Asuntos Religiosos en Turquía, Su Santidad afirmó que: “Hay efectivamente guerras que siembran víctimas, destrucción, tensiones, conflictos interétnicos e interreligiosos; hambre y pobreza que afligen a cientos de millones de personas; daños al ambiente natural, al aire, al agua, a la tierra. Desde la aparición del Estado Islámico y la situación de los cristianos en el Medio Oriente es verdaderamente trágica, especialmente en Irak y Siria. Todos sufren las consecuencias del Yihad islámico y la situación humanitaria es angustiosa. Pienso en tantos niños, en el sufrimiento de muchas madres, en los ancianos, los desplazados y refugiados, en la violencia de todo tipo. Es particularmente preocupante que, sobre todo a causa de un grupo extremista y fundamentalista, enteras comunidades, especialmente- aunque no sólo- cristianas y yazidíes, hayan sufrido y sigan sufriendo violencia inhumana a causa de su identidad étnica y religiosa. Se los ha sacado a la fuerza de sus hogares, tuvieron que abandonar todo para salvar sus vidas y no renegar de la fe. La violencia ha llegado también a edificios sagrados, monumentos, símbolos religiosos y al patrimonio cultural, como queriendo borrar toda huella, toda memoria del otro. Como dirigentes religiosos, tenemos la obligación de denunciar todas las violaciones de la dignidad y de los derechos humanos. La vida humana, don de Dios Creador, tiene un carácter sagrado. Por tanto, la violencia que busca una justificación religiosa merece la más enérgica condena, porque el Todopoderoso es Dios de la vida y de la paz. El mundo espera de todos aquellos que dicen adorarlo, que sean hombres y mujeres de paz, capaces de vivir como hermanos y hermanas, no obstante la diversidad étnica, religiosa, cultural o ideológica. A la denuncia debe seguir el trabajo común para encontrar soluciones adecuadas. Esto requiere la colaboración de todas las partes: gobiernos, dirigentes políticos y religiosos, representantes de la sociedad civil y todos los hombres y mujeres de buena voluntad. En particular, los responsables de las comunidades religiosas pueden ofrecer la valiosa contribución de los valores que hay en sus respectivas tradiciones”
Su Santidad, hablando con familiares y amigos de mi país Irak, cristianos fieles que hemos sido perseguidos tanto nosotros como nuestra familia, todos coincidimos y estamos molestos y alterados por Sus desafortunadas declaraciones durante el viaje de retorno a Roma de Su visita a Turquía. Su Santidad sostuvo el habitual coloquio con los periodistas que iban a bordo respondiendo a las preguntas de los periodistas. Una de Sus primeras respuestas, a quien le pregunto sobre la “islamofobia, la cristianofobia y el diálogo interreligioso” dijo: “El Corán es un libro de paz, es un libro profético de paz. Esto no es islam(ismo). Yo entiendo esto y creo – al menos yo creo, sinceramente – que no se puede decir que todos los islámicos son terroristas: no se puede decir esto. Como no se puede decir que todos los cristianos son fundamentalistas, porque nosotros también los tenemos, ¿eh? En todas las religiones existen estos grupos, ¿no? Yo le he dicho al Presidente: pero, seria bello que todos los líderes islámicos- sean líderes políticos, líderes religiosos o líderes académicos- digan claramente y condenen aquello, porque esto ayudará a la mayoría del pueblo islámico a decir: no, pero de verdad, pero de la boca de sus líderes: el líder religioso, el líder académico, tantos intelectuales, y los líderes políticos. Todos nosotros necesitamos una condena mundial, incluso de los islámicos, que tienen la identidad y que digan: nosotros no somos aquellos. El Corán no es esto”. Todos los cristianos de Irak, hemos estudiado, desde muy jóvenes en el colegio, obligados, el Islam, la vida de su Profeta Muhammad y sus libros sagrados tanto el Corán como la Sunna (shari’a). Sabemos y de sobra que el Islam no es una Fe divina, Muhammad es un falso profeta y el Corán es un libro violento. El Islam es un mal y para vencer el mal hay que reconocerlo y conocerlo.
Por todo ello, como cristiano católico caldeo de origen iraquí, fiel a mí Fe, a mí Iglesia y a mi máximo autoridad, Su Santidad. Conocedor del mundo árabe musulmán, y desde el cariño y el amor que siento a mi comunidad cristiana en Irak, lo que más quiero en este mundo, permítame reflexionar y analizar Su visita a Turquía, espero que servirá para algo, como pido perdón de antemano por mi atrevimiento.
Su Santidad, mis hermanos cristianos en Irak, están sufriendo la persecución y el genocidio a manos de los islamistas tanto sunnies como chiies. Lo primero que hicieron los radicales islámicos, partidarios del Califato Islámico, después de conquistar Mosul es devastar las iglesias, invadir, quemar y destruir las casas y negocios de los cristianos, mandar un ultimátum a todos los cristianos ciudadanos de Irak, a convertir al Islam o abandonar el país, si no, sus espadas están afiladas y legitimadas sobre sus cuellos. Los musulmanes han y están matado muchísimos cristianos en Mosul ciudad y los pueblos cristianos alrededor, entre ellos mi pueblo. No quedan muchos cristianos en Irak, los pocos que quedan están pidiendo auxilio porque no saben qué futuro les espera. En Irak, en 2003 había 2.000.000 de cristianos, hoy día no sumamos más que 100.000. Los cristianos de Irak, no tenemos milicias, ni armas, somos gente de paz. La situación es catastrófica, la violencia y la persecución llevó a cientos de miles de cristianos de Irak a emigrar a otros países y a la miseria. Egoístamente no quiero que mis hermanos cristianos de Irak, salgan del país, porque no quiero perder mis raíces, nuestra historia que tiene más de 2000 años. Yo no aceptó permanecer en silencio frente a la crimen en contra de mi gente, mi comunidad, mi familia, cristianos de Irak, obligados a decidir entre la conversión al Islam, el pago de la “Yizya” (impuesto islámico para los no musulmanes) o la huída. Todos los cristianos de Irak están siendo víctimas de un genocidio religioso. Según los últimos informes oficiales, desde el año 2003 hasta hoy día, los radicales islámicos en Irak han atacado, bombardeando y destruyendo 60 iglesias, asesinando 5000 cristianos entre ellos 25 sacerdotes y 5 Arzobispos, 10000 heridos, muchos de ellos discapacitados, más de 1.000.000 cristianos refugiados en distintos países Europeos, EEUU, Canadá y Australia.
Su Santidad, los musulmanes están acostumbrados a la vía de sentido único donde ellos pueden hacer todo lo que quieran y nadie les puede responder ni señalar sus actos malos o criticarlos. El Islam no es solamente una religión, es una ideología, que regula los aspectos de la vida de los musulmanes y de los no musulmanes. El Islam para los musulmanes es fe, oración, patria, nacionalidad, estado, espíritu, labor, forma de vida, actitud, pensamiento y sobre todo espada. La guerra santa o (Al- Yihad), es un pilar muy importante en el Islam, es el sexto pilar del Islam. El Islam por medio de su profeta Muhammad es la única religión que ordena a sus seguidores ser enemigos de las otras religiones y tratarlos como tales, combatir contra ellos hasta la conversión. Sahih Al Bujari, Hadiz o dicho N. 25, habla del Yihad: “Muhammad dijo: Dios me ordenó luchar contra todos aquellos que no manifiesten la declaración de la Fe musulmana, No hay más dioses que Allah, y Muhammad su mensajero, deben rezar, dar limosna y ayunar en el mes de Ramadán. Si hacen todo eso serán salvados, si no lo hacen, tienen la muerte segura”. Además el Hadiz siguiente N. 26 dice textualmente “preguntaron Muhammad: ¿Cuáles son las tres pilares más importante en el Islam? Muhammad contestó: 1º tener Fe en Allah y Su Mensajero, 2º luchar جهاد (guerra Santa) en el camino de Allah y 3º la Peregrinación».
El Islam nunca renuncia a su ideal: someter a todo el mundo a su dominio político religioso musulmán, si o si, mediante la guerra santa Al Yihad, para formar un estado islámico global bajo un Califa, e imponer la shari’a en todo el mundo (Sura 9:33) “Él es Quien ha mandado a su Enviado con la Dirección y con la religión verdadera para que, a despecho de los asociadotes, prevalezca sobre toda otra religión”. Dentro del Islam los chiíes y los sunies, están enfrentados entre sí y no están de acuerdo en muchas cosas. Pero los dos tienen en común el odio y la persecución a los judíos y cristianos. El Islam no tiene más que una cara, de la violencia y el odio a todo judío- cristiano (Sura 9:29) “Combatid contra quienes, habiendo recibido la Escritura, no creen en Dios ni en el último Día, ni prohíben lo que Dios y su Enviado han prohibido, ni practican la religión verdadera, hasta que, humillados, paguen el tributo directamente”. Según el Islam y los musulmanes, la salvación para los Infieles es la conversión. El Corán prohíbe que los fieles del Islam sean amigos de estos infieles, aunque pueden simular que son amigos, como muestra el Corán en (Sura 3:28) “¡Que no tomen los creyentes como amigos a los infieles en lugar de tomar a los creyentes -quien obre así no tendrá ninguna participación en Alá-, a menos que tengáis algo que temer de ellos. Alá os advierte que tengáis cuidado con Él. Alá es el fin de todo!”. Los musulmanes nunca tienen sentimientos de culpa, de que no hacen nada malo matando a los infieles, según las palabras del Corán en (Sura 8:17) “No erais vosotros quienes les mataban, era Alá Quien les mataba. Cuando tirabas, no eras tú quien tiraba, era Alá Quien tiraba, para hacer experimentar a los creyentes un favor venido de Él. Alá todo lo oye, todo lo sabe”, porque es el deseo de Allah y Allah solamente está utilizando sus manos para matar a los infieles.
Todos los musulmanes, todos los que creen en el Corán, tienen el mismo pensamiento. No hay dos tipos de musulmanes ni existen musulmanes, ni mucho menos imames moderados. Nunca hemos escuchado alguna palabra de condenación por parte de los clérigos musulmanes alrededor del mundo a los hechos, los crimines del Califato Islámico, ni siquiera el máximo dirigente musulmán y el Presidente de Asuntos Religiosos en Turquía. Aún más, ningún Imam musulmán en el mundo ha dicho que sean apóstatas y se encuentren en el infierno ahora. No han hecho ni lo van a hacer porque sería ir contra el Islam mismo y sus doctrinas, el Corán. Un musulmán estrictamente siempre es un musulmán que sigue la educación y las doctrinas del Corán. Y es la pura verdad, porque según (Sura 4:56-57) “A quienes no crean en Nuestros versículos les arrojaremos a un Fuego. Siempre que se les consuma la piel, se la repondremos, para que conozcan el castigo. Alá es poderoso, indudable. A quienes crean en Alá y obren bien, les introduciremos en jardines por cuyos bajos fluyen arroyos, en los que estarán eternamente, para siempre. Allí tendrán esposas purificadas y haremos que les dé una sombra espesa”. Eso significa que todos los musulmanes, tienen la obligación de creer, aplicar y respetar cada uno de los versículos del Corán a pesar de que en el publico pretendan ser musulmanes “moderados”, utilizando versículos “pacíficos” anulados del Corán, cuando quieren hablar del Islam. Totalmente mentira, porque ¡El Islam permite el engaño! el Corán, describe Allah como el dios de la intriga, le llama el mejor de los intrigantes (Sura 8:30) “Y cuando los infieles intrigaban contra ti para capturarte, matarte o expulsarte. Intrigaban ellos e intrigaba Alá, pero Alá es el Mejor de los que intrigan”. El Islam, ordena implícitamente que en condiciones de ser débiles, por la superioridad de los infieles se adopte una táctica, de parecer amistad, de simularla, para fines de sobrevivencia, en la shari’a (la Ley religiosa musulmana) leemos en el tratado de Abu Darda’, uno de los compañeros y el primer biógrafo del Profeta del Islam Muhammad: “Muhammad dijo: «Sonreímos nuestras caras a algunos no-musulmanes, aunque nuestros corazones los maldicen, es la orden de Allah mandada a través del Profeta”. Se refiere que, los musulmanes se les permite mostrar simpatía amistosa externamente (a los no creyentes; judíos y cristianos), pero nunca internamente. El erudito musulmán Ibn Kathir afirma que “A los creyentes se les permite mostrar el resultado de la amistad hacia el exterior, pero por dentro no”. ¿Qué dios es este Allah que permite el engaño, la mentira? No se puede diferenciar entre “Islam Violento” y “Islam Moderado”. El Islam es uno fanático y violento, que asume al Yihad, el odio a los infieles (no musulmanes), discriminación contra las mujeres etc.…. Por lo tanto, no se deje engañar, no hay musulmanes moderados. Es verdad que no todos los musulmanes están practicando la violencia, pero al mismo tiempo, no condenan la violencia de los radicales musulmanes. Al mismo tiempo, no se puede negar que hay musulmanes de buena voluntad, pero a pesar del Islam no gracias al Islam. El Islam es uno de los principales peligros para la paz de nuestra época, especialmente para el Occidente.
Si seguimos la pista de la vida privada de Muhammad, observamos que vivió para satisfacer sus deseos carnales. Muhammad se caso oficialmente con doce mujeres; una de ellas tenía seis años y él tenía cincuenta y uno; se caso con la mujer de su hijastro, además practicó el matrimonio de placer o temporal con cincuenta y cinco mujeres. Muhammad participó y luchó en ochenta y ocho batallas en menos de diez años desde el año 622 hasta su muerte en el año 632. En todas ellas los musulmanes a la cabeza Muhammad, lucharon, mataron y robaron. Muhammad, en su propia espada mató a muchas personas, entre ellos hombres y mujeres de su propia familia, que no aceptaron sus ideas o más tarde abandonaron su Fe. Muhammad mismo ordenaba a sus seguidores a cortar el cuello de los presionaros aplicando, sus palabras en el Corán, en la Sura que lleva su nombre (Sura Muhammad 47:4) “Cuando sostengáis, pues, un encuentro con los infieles, descargad los golpes en el cuello hasta someterlos…Es así como debéis hacer…”. Más tarde, Muhammad y sus seguidores invadieron a todas las tribus judías en la ciudad de Medina. Mataron todos los hombres, cortando sus cuellos, llevando las mujeres y los niños como esclavos y más tarde fueron vendidos en el mercado de esclavos, con la excusa de financiar las predicaciones de la fe musulmana.
Después de la muerte de Muhammad sucesivos califas se dedicaron a convertir varias partes del mundo por la espada. Dejando detrás de sí gran número de cuerpos mutilados y mujeres violadas, conquistaron grandes pueblos y regiones imponiendo su brutal dominio, en general, un río de sangre corre por la historia del Islam aun hasta hoy en día. Evidentemente no se puede culpar a toda la comunidad islámica de tener una actitud similar a la de su fundador. Probablemente muchos mahometanos no cometan las atrocidades de Muhammad, aunque defiendan su imagen como sagrada e intocable. Es obvio que muchos horrores han sido cometidos frecuentemente en diferentes partes del mundo islámico, como la actitud violenta del Islam frente al Yihad, el trato a la mujer y la niña como sujetos sexuales y las disposiciones del Corán para disponer de esclavos como botines de guerra, incluyendo mujeres, y del ajusticiamiento sangriento de cualquier que blasfeme contra el Islam y su profeta, están arraigadas en la misma vida y obra de Muhammad. ¿Cómo pueden los mahometanos condenar el robo, la mentira, la pedofilia o el incesto si su profeta lo practicaba? ¿Cómo puede el Islam ser una religión de paz si su fundador era violento? Por lo tanto, el Estado o Califato Islámico es la cara verdadera del Islam, que intenta seguir los pasos de su Profeta Muhammad y aplicar las leyes islámicas.
Yo no estoy ignorando la inquisición y los conquistadores españoles u otros acontecimientos hechos en el nombre de Cristo. Yo estoy bien consciente de los abusos del cristianismo en los siglos pasados y los encuentro bien repugnante. Pero, no encuentro en ninguna parte la conquista por la espada como el principal modo del cristianismo. Además, a lo largo de los años, muchos dirigentes cristianos, como el Papa Juan XXIII, Juan Pablo II y Benedicto XVI, todos ellos, pidieron perdón por los hechos de la Iglesia en el pasado. Diferente de Muhammad y sus partidarios, Jesús y sus discípulos no iniciaron la divulgación de su fe por la fuerza militar. Al contrario, Jesús entregó su alma por toda la humanidad, entre ellas los musulmanes. Cuando los musulmanes incendiaron iglesias en Indonesia, Nigeria, Egipto, Irán…etc. y con todas las crimines, matanzas y barbaridades del Califato Islámico contra los cristianos de Siria e Irak, ningún país de origen cristiano atacó a un solo musulmán o una mezquita. Nosotros los cristianos no actuamos con violencia ni pedimos la venganza, creemos en la convivencia y en la justicia. Porque los cristianos, gracias a Dios, no basamos nuestra fe en el odio. Una diferencia fundamental entre los cristianos y musulmanes: no todos los cristianos que van a Misa son santos, pero todos los santos van a Misa. Con el Islam ocurre todo lo contrario: no todos los mahometanos que van a la mezquita son terroristas suicidas, pero todos los islamistas, salafitas, yihadistas y terroristas suicidas han pasado por ciertas mezquitas antes de su encuadramiento definitivo como tales. El hecho evidente que los musulmanes han perseguido incansablemente a los cristianos como “infieles”, porque los musulmanes en realidad saben que Allah NO es el mismo Dios que los cristianos adoramos. De lo contrario nunca nos mirarían como infieles. Los musulmanes saben esto y por eso nos persiguen. Algunos musulmanes dicen, que Allah es el mismo Dios de los cristianos, y lo hacen de una forma evangélica engañosa para convencer y convertir el cristiano ignorante o simplemente a la persona que no conoce el Islam. Y esto lo hacen sabiendo que están engañando. Porque su dios o Allah permite el engaño o la mentira.
Esforzándose de nuevo por probar que el Corán fue inspirado y para decir que es de origen divino, ya que la más fuerte evidencia circunstancial de que la Biblia verdaderamente es la Palabra de Dios es el cumplimiento de sus muchas profecías. Por ejemplo, Moisés predijo muchísimos cosas respecto a Egipto y su pueblo que se cumplieron. Con doscientos años de anticipación Isaías predijo la liberación de los judíos del cautiverio y hasta dio el nombre del que los iba a liberar, Ciro. Jeremías predijo con exactitud que la tierra yacería desolada sesenta años. Daniel correctamente predijo la sucesión de los imperios mundiales, y también dio el año exacto de la venida del Mesías. Más de treinta acontecimientos sobresalientes en la vida de Jesús fueron predichos con exactitud; e indisputablemente la propia profecía de Jesús, registrada en Mateo 24, Marcos 13 y Lucas 21, está teniendo su cumplimento y todas éstas son específicas en cuanto a detalles. Muhammad mismo y su nueva Fe, fue el cumplimiento de una Profecía de Jesús, la más destacada, en (Mateo 24:11,23-24) “Y muchos falsos profetas se levantarán y extraviarán a muchos; Entonces si alguien les dice: ‘¡Miren! Aquí está el Cristo’, o: ¡Allá!, no lo crean. Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas y darán grandes señales y prodigios para extraviar, si fuera posible, hasta a los escogidos”. Está Profecía se cumplió, con exactitud, en el siglo VII, con la llegada y las predicaciones de Muhammad, el falso Profeta, formando una falsa religión, el Islam.
Pero ¿Cuáles son las profecías del Corán y sus cumplimientos de las cuales lo marcarían como inspirado? Nada, no hay ninguna Profecía en el Corán. Por eso, no puede decir que el Islam en general es una religión de origen divino o el Corán es un libro profético.
Con todo ello, de nuevo, desde el afecto, el amor y el entusiasmo que profeso a mi Iglesia y a Su Santidad. Consiéntame de modo fraterno, pedir a Su Santidad estas peticiones:
- Su Santidad, antes de hablar del Islam y los musulmanes, corresponde leer el Corán, conocer bien la vida de Muhammad y el Islam.
- Su Santidad, Le conviene cambiar sus asesores o sus consejeros sobre el tema del Islam, porque, Le están aconsejando equivocadamente.
- Su Santidad, si busca en Sus afirmaciones el acercamiento al Islam y el dialogo con los musulmanes, sinceramente está perdiendo tiempo, porque Muhammad anima, más bien obliga, a sus creyentes musulmanes en (Suara 5:51) “¡Creyentes! ¡No toméis como amigos a los judíos y a los cristianos! Son amigos unos de otros. Quien de vosotros trabe amistad con ellos, se hace uno de ellos. Alá no guía al pueblo impío”. No pierde tiempo.
- Su Santidad, con estas afirmaciones sobre el Islam, no está haciendo el favor a nosotros, los cristianos sufridos de Irak, al contrario nos duele escucharlas, porque no es verdad. Tampoco a los mismos musulmanes, porque tienen el derecho de conocer la verdad sobre sus creencias. Hay veces, decir la verdad duele, pero hay que decirla, si no, silenciar mejor. Hay un dicho árabe dice: “Si el habla es de plata, muchas veces el silencio es de oro”.
- Su Santidad, recomiendo más información, mis libros: Raad Salam Naaman, Profecía y Profetas monoteístas “judaísmo, cristianismo e Islam”, editorial Monte Riego, León- España, 2014. Raad Salam Naaman, Todo sobre el Islam, Monte Riego, León – España, 2013. Raad Salam Naaman, Desvelando el Islam, Monte Riego, León- España, 2012.
Que el Señor nos bendiga a todos, sobre todo a los cristianos perseguidos por todo el mundo y a Su Santidad para el bien de nuestra Iglesia.
Que Dios me perdone si me he excedido.
Raad Salam Naaman
Cristiano católico caldeo de origen iraquí y con mucha honra nazareo ﻦ-N ﻧﺼﺮاﻧﻲ.