La peregrinación o Al-Hayy, en el Islam; es una obligación de carácter particular: el musulmán debe cumplirla, al menos, una vez en su vida, siempre que tenga la posibilidad de realizarla. Es uno de los seis pilares del Islam; la declaración de la Fe musulmana, Al-Yihad, Al-Hiyy peregrinación, la Oración, el Ayuno y la Limosna. Las dificultades materiales del viaje a La Meca constituyen otras tantas dispensas de las que se benefician los que no pueden viajar solos (alienados, esclavos, mujeres que no tengan ningún pariente para acompañarlas), así como los necesitados. La inseguridad de los caminos era un problema que se resolvía organizando caravanas de peregrinos, las cuales partían cada año de las grandes metrópolis del mundo musulmán. El punto de destino de las peregrinaciones es el santuario de La Meca, en el centro del cual se encuentra Al-Ka’aba. El territorio de la Meca es sagrado (Muharam), no se puede penetrar en él, sino después de haber adquirido el carácter sagrado. Es decir, haberse puesto un vestido especial, afeitarse cuidadosamente y haber hecho una ablución. Este estado de carácter sagrado prohíbe las relaciones sexuales, los adornos personales y la derrame de sangre. Antes de comenzar, el fiel formula la intención de cumplir los ritos de la peregrinación y exclama: (labbaika allahhomma, labbaika), expresión antigua cuyo significado es (Heme aquí, oh mi Dios, heme aquí).
Según las tradiciones musulmanas, las ceremonias se reparten en dos series distintas: la `Omra y Al-Hayy (peregrinación). La `Omra corresponde a los ritos pre-islámicos que se desarrollaban en la propia Meca. Comprende esencialmente siete vueltas rápidas en torno a Al-Ka’aba (Tawaf) y siete carreras entre los dos montículos, Safa y Marwa, en árabe significa piedra lisa y fuerte, además Safa posee, el significado de pureza. (Sura 2:158) “Safa y Marwa figuran entre los ritos prescritos por Dios. Por eso, quien hace la peregrinación mayor a la Casa o la menor (`Omra), no hace mal en dar las vueltas alrededor de ambas. Y si uno hace el bien espontáneamente, Dios es agradecido, omnisciente”. La `Omra sé hacia en un principio en el mes sagrado de Rayab y desde el siglo XII puede cumplirse durante todo el año, salvo el mes de Al- Hayy. Al- Hayy es una manifestación colectiva que acontece una vez al año en fecha fija, en el mes de Du- Al-Hayy. La peregrinación, de acuerdo con los preceptos religiosos, es hacer una visita a Al-Ka’aba, en la ciudad de Meca. Hay requerimientos concretos para esta Peregrinación: vestir la ropa del peregrino, dos piezas de tela sin costuras blanca; al llegar a Meca uno debe estar en purificación ritual; se deben completar siete circunvalaciones alrededor de Al-Ka’aba, un signo de completo de entrega; el recorrer siete veces entre el espacio entre Safa y Marwa; ir a la llanura de Arafat y estar allí esperando hasta la puesta de Sol; pasar la noche en Muzdafila; hacer el sacrificio en Mina; hacer otras siete circunvalaciones alrededor de Al-Ka’aba; beber del agua de Zamzam; y hacer dos Rakats en el lugar donde estuvo el Profeta Abraham cerca de Al-Ka’aba. Cuando todos estos requerimientos han sido realizados, la Peregrinación está completa y su recompensa garantizada, y si algo falta en este ritual la recompensa será cancelada, según el Corán (Sura 2:196) “Y completa el peregrinaje y la visita para Allah”. Cuando esto ha sido completado, muchas de las conexiones con el mundo que eran ilegítimas durante el ritual se vuelven permitidas de nuevo. En estado normal se realiza la última circunvalación y retorna a la vida normal. El premio para el peregrino está anunciado en el Corán (Sura 3:96) “y todo aquel que entre está a salvo, y el Peregrinaje a la Casa es una obligación que los hombres deben a Allah, todo aquel que pueda encontrar forma para ir”. Todo aquel que pueda realizar el Peregrinaje encontrará salvación del Fuego del Infierno, esta es su recompensa.
En la enciclopedia británica, leemos “Los investigadores especialistas en el desarrollo de las religiones en la península árabe, han visto que las tradiciones y costumbres religiosas que se practicaba en la época antes del Islam o pre- islámica en la península árabe, son los orígenes del Islam mismo”.
Las tradiciones musulmanas afirman que, en la época preislámica, los árabes en general, vivían bajo la dirección de un jeque o una autoridad en tribus nómadas, no tenían normas o leyes conocidas tanto sociales como políticas y religiosas, conocida como, la época de la ignorancia (‘Asr Al-Yahilya). La vida religiosa de los árabes, en aquella época era poca avanzada, practicaban el politeísmo, adoraban los ídolos; tenían 360 imágenes para todo el año, un ídolo al día, por encima de todos, tres principales, Al-Lat dios del cielo, Manat diosa de la felicidad y Al-`Uzza diosa de la estrella, conservados todos ellos en el templo de la Meca conocido como Al-Ka`aba, un edificio rectangular de piedra negra, diez por doce y por quince metros de altura, el primer hombre Adán, construyo Al-Ka’aba y Ibrahim y su hijo Ismael le reconstruirán.
Muchos de los ritos, costumbres y leyes de los árabes, que se practicaban en la época, pre-islámica o en la época antes del Islam, en la península árabe, son el origen del Islam mismo. Nos atrevemos a decir, que el Corán mismo está pasado de las leyes y las costumbres que había antes del Islam. Muhammad plagió estas leyes y costumbres de las religiones antiguas, que había antes del Islam, extendidas en la península árabe y las aplicó a sus seguidores, como por ejemplo; la peregrinación (Al- Hayy), la adoración de Al-Ka’aba, el ayuno en el mes de Ramadán, respetar el Profeta Abraham y su hijo Ismael, la oración del viernes. En la época pre- islámica, Al-Ka’aba era el templo más importante para los árabes en la península árabe y su centro de oraciones, especialmente para la tribu de Muhammad, Quraysh. Por eso, la gente tenían la costumbre de practicar la peregrinación (Al- Hayy) a la Meca para visitar Al-Ka’aba.
En la época pre-islámica (‘Asr Al-Yahilya), el deseo principal para tanto las mujeres como los hombres es tener muchos hijos varones para aumentar la familia y hacer la tribu más fuerte, para poder afrontar los enemigos. Con la ilusión de tener más fertilidad, tanto los hombres como las mujeres, partían hacia la Meca y en especial Al-Ka’aba, para frotar o rascar sus partes (genitales) con las piedras negras, creyendo en su divinidad, caídas del cielo, que Allah mismo las mandaba para ellos y el espíritu de Allah está en estas piedras. De hecho, el origen de la palabra Al- Hayy حج peregrinación se recoge de la palabra Al-Hak حك en árabe, que significa, frotar o rascar, solamente cambiar la letra ﻙ por la letra ﺝ porque en realidad la palabra Al-Hayy حج era Al-Hak حك. En la época pre-islámica se celebraban dos mercados al año, muy importantes en aquel tiempo, uno en `Akad en Basora al norte de la península árabe y otro en la Meca. Durante la celebración de estas fiestas, la gente practicaba muchos ritos religiosos, entre ellos, la adoración del dios Hubal que era el dios del sexo y la gente practicaba el sexo en plural y en público, por eso iba la gente a los mercados medio desnudos. Más tarde, con la llegada del Islam, los musulmanes copiaron esta costumbre, por eso los musulmanes van Al- Hayy medio desnudos.
Pero ¿Qué es la piedra negra?
La enciclopedia islámica dice que “Las piedras negras son los aerolitos (Niyazk), que cayeran desde el espacio. Eran de color blanco pero cuando, entraron en el circulo de la tierra se quemaron y se convirtieron en color negro. La gente en la época pre- Islámica Al-Yahiliya (la ignorancia) adoraban estas piedras, creyendo que Allah mismo mandó estas piedras para edificar Al-Ka’aba y su espíritu está en ellas y tenía la costumbre de dar siete vueltas alrededor de Al-Ka’aba. Muhammad mismo practicaba estos ritos, Él hacía siete vueltas alrededor de Al-Ka’aba, santificando la piedra negra. Muhammad recogió estas costumbres y ritos para aplicarlos en el Islam”. Hoy día los musulmanes hacen exactamente lo mismo.
En la Sunnas de Al-Talmudy, hadiz (dicho) N.886, leemos: “Muhammad dijo que las medidas de las piedras negras son de 30X10 centímetros que se cayeran del paraíso y eran más blancas que la leche, Gabriel las mandó del cielo para que Abraham edifica Al-Ka’aba”.
En la Sunna en Sahih Al- Bujari, hadiz o dicho N. 1597, leemos “‘Omar dijo: he visto Muhammad besando y santificando la piedra negra de Al-Ka’aba”.
El Islam y su Profeta Muhammad en su libro sagrado el Corán en (Sura 8:32) “y cuando decían: ¡Allah! Si es esto la Verdad que de Ti procede, haz que nos lluevan piedras del cielo o infríngenos un castigo doloroso”, dice claramente que las piedras que caen del cielo son castigos de Allah, además en (Sura 22:30-31) “¡Así es! Y quien respete las cosas sagradas de Allah, será mejor para él ante su Señor. Se os han declarado lícitos los rebaños, excepto lo que se os recita. ¡Evitad la contaminación que viene de los ídolos! ¡Evitad el decir falsedades! ¡Como hanifes para con Allah y no como asociadores! Quien asocia a Allah otros dioses es como si cayera del cielo: las aves se lo llevarán o el viento lo arrastrará a un lugar lejano”, presume de adorar solo Allah, sin utilizar los ídolos o las imágenes. Sin embargo, hemos visto, tanto Muhammad como sus seguidores en su época y los musulmanes de hoy día adoraban y adoran la piedra negra de Al-Ka’aba que ni beneficia ni perjudica. Sin vergüenza, el Islam y los musulmanes, nos critican a los cristianos por tener imágenes en las iglesias, como medio de adoración, acusándonos de idólatras.
La primera vez que efectuó la peregrinación Al-Hayy en el Islam, fue realizado por Muhammad mismo con 1.400 de sus seguidores en el año 628.
Según diversas fuentes, este año unos 1,3 millones de peregrinos extranjeros viajaron a Arabia Saudí, la cuna del Islam, desde 160 países, además de la participación de 150.000 peregrinos locales. Este año, la peregrinación o Al-Hayy a la Meca comenzó el 09 de septiembre y finalizo el 15 de septiembre, con una oración, más bien peticiones, suplicas a Allah, tipo canticos, cantado en árabe por el Imam de la gran Mezquita “Al Masyid Al Haram” en la Meca en el nombre de todos los peregrinos, traduciendo lo más destacado y entre lo que pedía,: “Oh, Allah, concede la fuerza, la dignidad y la victoria a nuestros hermanos los yihadistas en Yemen, en Siria, en Irak y en todo el mundo donde están combatiendo en el nombre de Allah Akbar, para que dilata la palabra del Islam. Oh, nuestro Allah, Creador del Universo, concede a nuestros hermanos los yihadistas la gran victoria en su lucha contra Al-Rafidin (los denegados) los apostatas. Oh, Allah, concede nuestros hermanos los yihadistas, la victoria final en su guerra santa contra los farsantes judíos, los astutos cristianos y los hipócritas. Oh, Allah concédales la fuerza, el poder, la ayuda y la gloria”.
Como de costumbre, los musulmanes nos insultan y nos maldicen en sus oraciones diariamente y en sus pascuas, por otro lado, nosotros como cristianos les felicitamos y les deseamos la felicidad y la prosperidad.
Mientras que los países europeos tradicionalmente cristianos “infieles” según el Islam, están apenados por la última ola de emigrantes musulmanes sirios, iraquíes, etc. Arabia Saudita tiene 100.000 carpas climatizadas que pueden acoger más de 3 millones de personas que están para los peregrinos musulmanes, que se utilizan solo cinco días al año. Los golfos del Golfo podridos de dinero, los dirigentes de Arabia Saudí niegan y rechazan a coger los emigrantes, gente de su raza y religión y cierran las puertas en sus caras. Al mismo tiempo, los mismos, exigen a el Occidente “infiel, maldito cristiano” según el Islam, a ayudar y amparar su gente árabe musulmana.
Tanto los musulmanes como algunos comunistas y podemitas se atreven de hablar de la presunta riqueza y “negocios” de la iglesia y del Vaticano, sin señalar las obras sociales y las transacciones de los misioneros y misioneras en todo el mundo, incluyendo “árabe musulmán”. Sin embargo, no se atreven de hablar, del gran negocio del Islam de una de las estafas más magnas del mundo, en el nombre de Allah y del Islam. Los protagonistas o los estafadores, son los dirigentes presuntos creyentes musulmanes, los golfos del golfo podridos de dinero, en la comarca de la Meca. Las víctimas son los pobres ignorantes peregrinos musulmanes. El ultimo día de la peregrinación, se celebra la pascua grande (‘Id Al Adha), en este día todos y cada uno de los peregrinos tienen la obligación de sacrificar un cordero, recordando el presunto sacrificio del Profeta Abraham a su hijo Ismael, según la tradición musulmana. Cada año durante la época del Hayy, el gobierno de Arabia Saudí importa o compra 10 millones de corderos vivos de Australia. Cada cordero cuesta 100 dólares, a cambio, el gobierno Saudí lo vende por 450 dólares a los peregrinos, no solo eso, el gobierno Saudí obliga a los peregrinos a pagar 50 dólares más para matar el cordero en mataderos oficiales del estado, el asunto no queda aquí, el gobierno Saudí tampoco permite a los peregrinos a llevar la carne a sus países de origen en sus viajes de regreso. Así, el gobierno Saudí se queda con la carne, con la excusa de repartirla a los pobres musulmanes ¡mentira! el gobierno Saudí se queda con la carne para venderlo más tarde dentro del país o congelarlo y exportarlo haciendo buen negocio.
Raad Salam Naaman
Cristiano católico caldeo de origen mesopotámico
Más información:
Raad Salam Naaman, Desvelando el Islam, Editorial Monte Riego (León) 2013