Un buen amigo me pregunto ¿Si la pedofilia está bien vista en los países islámicos y por qué? A continuación ofrezco una breve contestación en un artículo, sobre el precitado asunto, respondiendo al requerimiento de mi amigo.
Según el diccionario de la Real Academia Española, que define el término “Pedofilia”: “Atracción erótica o sexual que una persona adulta siente hacia niños o niñas, adolescentes”.
Como cristiano católico de origen iraquí, he vivido todo mí juventud en Irak, buen conocedor del mundo árabe musulmán, le puedo asegurar con certeza que, los abusos sexuales de los adolescentes niños y niñas “pederastia” es una práctica muy habitual tanto en Irak como en todo el mundo árabe musulmán, especialmente por los líderes religiosos musulmanes; imames y jeques.
En el mundo occidental la pedofilia es considerada un crimen repugnante, y es castigada con años de prisión. Entre los mismos presos los pedófilos son mirados y tratados con desprecio. Pero, en el mundo de los fundamentalistas islámicos la pedofilia no es considerada un crimen, sino, todo lo contrario, es un acto apreciable, mediante el cual el creyente imita la acción del fundador de su religión, Muhammad.
En la época preislámica, la “Pedofilia” mascarada con el matrimonio entre un hombre adulto y una niña era una costumbre muy aceptable. Con la llegada del Islam en el siglo VII, Muhammad su fundador, nuevamente ha retomado esta práctica, que debía haber sido abandonada. La práctica islámica de la pedofilia proviene de Muhammad, el “Profeta perfecto” del Islam, que acumuló diez esposas y muchas concubinas. Sus esposas y amantes estaban obligadas, por la ley musulmana, a “satisfacer sus necesidades sexuales en cualquier momento del día y de noche”. Muhammad se reservaba el derecho de disfrutarlas “desde la cima de sus cabezas hasta la planta de sus pies”. Muhammad a los cincuenta años desposó a ‘Aisha, su tercera y la preferida mujer cuando ella tenía seis años de edad. Claro, con esta edad, ‘Aisha era la única mujer virgen, que Muhammad se caso con ella. Para los creyentes islámicos el ejemplo de su “Profeta perfecto Muhammad” es sagrado, todo lo que hizo es bueno y digno de ser imitado, incluyendo su pedofilia.
Aquellos que piensan que los musulmanes han abandonado estas prácticas, están muy equivocados, estamos viviendo en el siglo XXI y como ejemplo:
En Irán, el Consejo de Clérigos, que tiene precedencia sobre el Parlamento, dictaminó que las niñas se pueden casar desde los 9 años. En el año 2011, más de 75 niñas menores de 10 años fueron obligadas a casarse con hombres adultos o ancianos. Los líderes islamistas de Irán argumentan a favor de permitir que niñas menores de 10 años puedan casarse, antes de la Revolución Islámica no se permitía casarse a las mujeres menores de 16 años. En el año 1980, AyatAllah Jomainy, el clérigo Chií iraní islámico más famoso del siglo XX, declaro en un discurso muy conocido y publicado en varios medios nacionales e internacionales, que: “Un hombre puede tener placeres sexuales con una niña tan joven como un bebé, pero, no debe perjudicarla. Es mejor para una niña casarse antes de iniciar sentirse tener la menstruación. Es mejor para una niña empieza a tener la menstruación en la casa de su esposo, que en la casa de su padre. Un padre que case a su hija muy joven, tendrá un lugar permanente en el paraíso”.
En Yemen, hoy día la ley permite casarse a niñas de 9 años, pero, si tienen el permiso de los padres, podían hacerlo a una edad más joven. La gran mayoría de personas y partidos políticos con tendencias conservadoras islamistas tanto chií como suní, presionan enérgicamente y apoyan este tipo de práctica. El matrimonio infantil es un problema real en Yemen. El 52% de las niñas menores de 10 años se casan, a menudo con hombres muchos mayores. Normalmente, las niñas cuando se casan abandonan la escuela, además se afrontan un mayor riesgo de abuso físico y sexual y cuando se quedan embarazadas la mayoría de ellas se mueren durante el parto. En el año 2012, una niña yemení de ocho años murió tras mantener relaciones sexuales con su marido, de 40 años, en la noche de bodas, a consecuencia de graves lesiones internas.
En Bangladesh, donde más del 50% de las mujeres se casa antes de cumplir los 9 años, un clérigo islámico amenazó con hacer Al-Yihad (guerra santa) si se prohibían los matrimonios con niñas.
En Pakistán, en mayo del 2010, un hombre de 25 años de edad se casó con una bebita de seis meses, porque en Pakistán no hay ley que limite la edad mínima de la mujer para casarse.
En Irak, se pretende legalizar el matrimonio con niñas de 9 años y con el permiso de sus padres, puede también casarse con menos años.
En Egipto, los parlamentarios islamistas egipcios, intentan normalizar una ley que dicta: “Es lícito que una niña de 9 años pueda casarse y deberían ser madres a los 14 años”. Y es que según la doctrina salafista, que goza de notable aprecio entre los muslimes del país, una niña es apta para el consumo sexual cuando tiene su primera regla.
En Arabia Saudita no hay ley que limite la edad mínima de la mujer para casarse, y en la práctica se casan niñas desde los 9 años. Saleh Al-Fuwzan un importante y prestigioso clérigo suní saudí ha emitido una fatua en la que se permite a los padres concertar los matrimonios de sus hijas, “incluso si están en la cuna”, pero no está permitido a sus maridos tener relaciones sexuales con ellas a menos que las niñas sean capaces de ser colocadas debajo y soportar el peso de los hombres. ¡Menos mal! Al-Fuwzan añade que en ninguna parte en las Leyes islámicas marca un límite de edad a las niñas para ser desposadas, y cita el Corán (Sura 65:4) “Para aquéllas de vuestras mujeres que ya no esperan tener la menstruación, si tenéis dudas, su período de espera será de tres meses; lo mismo para las impúberes. Para las embarazadas, su período de espera terminará cuando den a luz. A quién teme a Allah, Él le facilita sus cosas”, para dar por sentado la existencia del matrimonio infantil. Además, Al-Fuwzan mencionó el ejemplo de Muɧammad y su casamiento con ‘Aiša. Las mujeres saudíes están separadas de los hombres en la mayoría de los aspectos de la vida. Ellas no pueden votar, ni someterse a cirugías, ni viajar al extranjero, ni manejar un negocio, ni elegir a un compañero ni trabajar sin el permiso o el acompañamiento de un “Mahram”, un hombre de primer grado de su familia. Las mujeres saudíes pueden ser educadas, pero debido a la ley islámica “Shari’a”, ellas representan sólo el cinco por ciento de la fuerza laboral. En Gaza, la tierra de Hamas, en el año 2009, se celebró un casamiento masivo para cuatrocientos cincuenta parejas, la mayoría de los novios tenían entre 25 y 35 años de edad y las novias eran menores de diez años. Las pobres niñas vestidas de blanco adornadas con maquillajes chillones y en la mano ramos de novia, sorprendidas y maravilladas, parece que no entendían lo que estaba pasando a su alrededor. Cada novio recibió de Hamas un regalo de 500 dólares, además de la niña.
En Nigeria, el país más poblado de África, la violación y el abuso sexual a las niñas, no tiene límite. En el año 2014, el grupo terrorista islámico Boko Haram que significa “la educación Occidental es pecado” ha secuestrado 276 niñas menores de 12 años, que han convertido en esposas o esclavas sexuales, para los yihadistas combatientes.
Según un informe del UNICEF, hay unas 51 millones de niñas desposadas que viven en el planeta tierra y casi todas en países musulmanes. La Organización Mundial de la Salud (OMS), calcula que cada día se casan 39.000 niñas menores de 15 años, en su mayoría en los países árabes islámicos.
Desde el nacimiento del Estado Islámico en Irak y Siria, en junio 2014 hasta hoy en día, la ONU estima que unos 300.000 adolescentes (niños y niñas) refugiados, de ambos países que están sufriendo acoso y ataques sexuales, por parte de los hombres, líderes religiosos islamistas, imames y jeques de las localidades donde se encuentran en los campos de refugiados en las fronteras de Líbano, Jordania y Turquía.
Jihane Larous, especialista en violencia de género y protección a la infancia de UNICEF, dice: “que con la situación de emergencia que rodea el conflicto en Irak y Siria, la tendencia a celebrar matrimonios infantiles tempranos ha aumentado. Hay familias que venden a sus niñas y niños a los viejos jeques árabes de Arabia Saudita, Qatar y otros países del Golfo, para poder sobrevivir”.
Van der Laan, Ministro del gobierno Holandés de Alojamiento, Comunidades, y la Integración calcula el número de 15.000 hombres maduros musulmanes en Países Bajos tienen novias infantiles y añade “no podemos enfrentarnos con ello más, este problema ha dado lugar al crimen, el fraude, la violencia doméstica, la poligamia, y la esclavitud. Casi todas las novias de importación son menores de 16 años la mayoría son niñas que no han entrado en la juventud. En un esfuerzo tardío para solucionar el problema, el gobierno Holandés ha promulgado la legislación que prohíbe el matrimonio a las niñas que no cumplen 18 años. Para rodear este problema, muchos hombres musulmanes en sus 50 y 60 años viajan a Marruecos, Turquía, y otros países Islámicos para realizar una boda con niños”.
Estos matrimonios no solo atentan contra la salud y la vida de estas niñas, sino que violan sus derechos humanos básicos de tener educación, salud y libertad.
El Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas no hace nada y menos aún criticando o condenado a un solo país islámico por esta práctica inhumana contra la niñez.
El Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas no critica ni condena a ningún país islámico por esta práctica inhumana contra la niñez.
Seguramente, algunos que están leyendo este artículo, incluso los mismos musulmanes, preguntan o echan a la cara los abusos sexuales “la pederastia” en la Iglesia. Es verdad, a lo largo de la historia, dentro de la Iglesia, algunos religiosos han cometido abusos sexuales y como cristiano católico me avergüenzo de todo ello, asimismo no tienen ninguna justificación ni perdón de Dios. La gran mayoría de estos “pederastas,”, han sido y están siendo sancionados, juzgados y muchos de ellos están cumpliendo una condena, por sus hechos, además, los Papas del siglo XX y XXI han pedido perdón por todo ello. Aunque no justifica nada, pero, según las investigaciones sociólogos, el porcentaje de sacerdotes que han cometido estos crímenes “pedofilia”, es muy reducido respecto a los decenas de miles de sacerdotes, monjas y misioneros, que están ayudando a los necesitados en todo el mundo, incluso, en tierras de mayoría musulmana, arriesgando su vida, enfrentando con mucho valor; persecuciones, malos tratos y secuestros por los grupos radicales islámicos.
Por otro lado, nunca hemos oído, de un Imam o líder religioso musulmán “pederasta”, que fue penado o pidiendo perdón por sus hechos o los hechos de sus colegas.
Raad Salam Naaman
Cristiano católico caldeo de origen iraquí