Basora بصرة en árabe, es la segunda ciudad en tamaño de Irak, con una población aproximada de 4 millones de habitantes, el 80% chiíes, de la secta Yafarí. También hay suníes, así como un pequeño grupo de cristianos y mandeos o Sabia’ (seguidores de Juan el Bautista), que, sobreviven a las persecuciones islámicas. Es el principal puerto del país, situado en las cercanías del golfo Pérsico y a 545 km. al sur de la capital, Bagdad. Allí en Basora es donde se encuentran los dos grandes ríos históricos, el Tigris y el Éufrates, formando varios ríos y decenas de verdaderos oasis, con miles de palmeras.
La red de canales que la recorren le dio el sobrenombre de “la Venecia de Oriente Medio”. Se encuentra en una fértil región agrícola, cuyos productos principales son el arroz, el maíz, el centeno, el trigo, los dátiles, así como los recursos petrolíferos, que producen unos 140.000 barriles diarios. En el cuento de las mil y una noches es el puerto de donde parte Simbad el Marino.
Basora es una ciudad que ha sufrido muchísimo a lo largo de la historia. Fue la primera ciudad conquistada por los árabes musulmanes en el año 636. Desde el siglo XIV hasta hoy, tanto Basora como toda Mesopotamia y el norte de África están sufriendo el yugo del Islam y los musulmanes.
Yo no he nacido en Basora, pero es la ciudad, donde me he criado, me he educado y he estudiado. Allí malgasté mis años de juventud en guerras políticas y conflictos religiosos, hasta que logré salvarme, escapando buscando una nueva vida en España.
Basora soportó la guerra de Irán- Irak, entre los años 1980 y 1988, siendo Basora la frontera más cercana de Irán. En el año 1991, Basora sufrió la 1ª guerra del Golfo (tormenta del desierto) entre Irak y una coalición de ejércitos internacionales de 33 países, de los que Estados unidos estaba a la cabeza, como respuesta a la invasión de Saddam Husein a Kuwait, Basora es la única frontera de Irak con Kuwait. Yo participé, obligado haciendo el servicio militar, en estás dos guerras llevando como recuerdo dos heridas de balas y muchos recuerdos crueles. Basora también, ha sufrido la invasión de los Estados Unidos de Bush hijo, en el año 2003, para acabar con el régimen de Saddam Husein, siendo Basora ciudad fronteriza con Arabia Saudita.
La región de Basora es donde se produce el 95% del petróleo iraquí y a pesar de ello está inmersa en la pobreza. Basora, después de la caída de Saddam Husein en el año 2003, sufre de una infraestructura deficiente y falta de oportunidades de empleo, a con la singularidad de la escasez de agua potable por su salinidad, que produce la propagación de enfermedades. Los residentes de la ciudad de Basora, sufren interrupción del agua y la electricidad continua durante meses, lo que llevó a la salida de cientos de personas a las calles en protesta por la incapacidad del gobierno central de Bagdad para abordar los problemas cotidianos. Las protestas y manifestaciones públicas pidiendo la mejoría de servicios básicos, se enfrentan a la corrupción, la pobreza y el desempleo. Desde el comienzo de las protestas en Basora a principios del mes de julio hasta hoy día, casi 70 manifestantes fueron asesinados y otros 500 resultaron heridos, además de 18 miembros de las fuerzas de seguridad muertos.
Yo he estado allí, en la frontera entre Basora y Kuwait, preocupado por mi hermano, el único de mi familia directa que me queda en Basora, y por otros 100 cristianos, la mayoría de ellos son primos directos e indirectos míos, que están sobreviviendo con dificultades cotidianas y las persecuciones religiosas. Mi hermano está soltero e inválido, tiene dificultades para caminar, posee una zapatería, ama su tierra, por eso, paga todos los meses 400 dólares a una tribu chií como tributo, para que lo protejan a él y a su negocio ¡Así sobreviven los cristianos en Basora! A pesar de las dificultades, que son muchas, están apegados a su patria, a la ciudad, el país donde han nacido y se han criado. En la época de Saddam Husein, antes del 2003, en Basora había más de 5000 cristianos, hoy día no llegan a un centenar.
Los manifestantes están pidiendo mejorar los servicios, denunciando la corrupción y pidiendo oportunidades para los desempleados. Pero la ira del público estalló, cuando cientos de manifestantes se enfrentaron con las fuerzas de seguridad en la ciudad mientras trataban de asaltar la sede de la administración local. Los manifestantes arrojaron bombas de petróleo y piedras contra las fuerzas de seguridad, al mismo tiempo que las fuerzas de seguridad disparaban y arrojaban gases lacrimógenos contra ellos.
La situación alcanzó su punto máximo de violencia en Basora, después de que los manifestantes incendian por completo el edificio del consejo provincial de Basora. Los manifestantes acusaron a las “milicias religiosas de Al Mahdy de Muqtada Al Sadir” de estar detrás del fuego. Fuentes locales, entre ellos mi hermano, afirman que las manifestaciones continúan en Basora, hasta hoy en día.
Las protestas coinciden con los continuos intentos de ganar los bloques electorales para formar un gobierno después de las elecciones no concluyentes marcadas por acusaciones de fraude y falsificación, donde el primer ministro Haider al-Abadi busca ganar un segundo mandato como primer ministro.
Lo que está sucediendo en Basora, se aplica a muchas ciudades de Irak. Por lo tanto, la guerra contra la corrupción y el poder podrido va a empeorar y extenderse en todas las provincias, y afectará a la unidad de Irak con el paso del tiempo. Estas protestas ya han adoptado un carácter masivo y se llevan a cabo en trece ciudades del país, el descontento popular se originó por las promesas incumplidas del Gobierno. Sin embargo, las condiciones socio-económicas son el origen real del descontento popular.
La población sufre por la falta de cosas tan básicas como el agua potable y la electricidad. Además, la sanidad está en un estado precario y hay un alto nivel de desempleo. Es lógico que la gente no esté contenta con el Gobierno, ya que el pueblo de un país con enormes recursos naturales se ve obligado a buscarse su pan en el vertedero.
Estados Unidos con Bush hijo a la cabeza, se equivocó en a acabar con Saddam Husein en Irak. Es verdad que Saddam Husein era un asesino dictador político laico, pero los que gobernaron después, hasta hoy día, son corruptos, asesinos, mafiosos, dictadores políticos religiosos radicales chiíes vinculados y aliados a Irán, es decir peor que Saddam Husein. Quien gobierna Irak hoy día, son los AyatAllah de Irán. Irán es el eje del mal en la zona, sobre todo en Irak. El objetivo principal de Irán es destruir Irak y dividirlo, como una venganza de la guerra de Irán-Irak, que relativamente Irak ganó la guerra, con una pérdida de un millón de muertos de ambos países, 700.000 de Irán y 300.000 de Irak.
Hoy día Irak, posee una población cercana a los 38 millones de habitantes. La religión predominante en Irak es el Islam 98%; chiíes 63%, la mitad de ellos ligados a Irán, la otra mitad no consienten el dominio iraní en Irak. Por otro lado, están los suníes 35%, apoyados por el maligno Arabia Saudita, que tiene interés político y religioso en Irak.
Los kurdos, son mayoría musulmana suní, suman el 20% de la ciudadanía iraquí, y están esperando la oportunidad para sacar los dientes y declarar la independencia en el Norte de Irak.
Los yazidies, mandeos o Sabi’a y los cristianos, en su conjunto suman una minoría del 2% del total de la población iraquí.
Irak, hoy día, está encima de un volcán que en cualquier momento revienta. Irak terminará en una guerra civil religiosa tribal, entre tantas tribus y sectas musulmanas, partidos políticos, alianzas e intereses, por un lado, Irán y por el otro, Arabia Saudita. Irán y Arabia Saudita, quieren convertir Irak a otro Yemen. Irán y Arabia Saudita, además de rivales, ambos son el eje del mal y un gran peligro para nuestra civilización.
Dentro de todo este barullo, las minorías cristianas, están desesperadas, no saben qué futuro les espera, nadie les apoya ni les protege, están en manos de DIOS, su único amparo desde el cielo y ellos lo saben.
Raad Salam Naaman
Cristiano católico caldeo de origen Mesopotamico