Según el libro “Una breve guía ilustrada para entender el Islam” que me dejo mi amigo el musulmán “Muhammad” y algunos escribes musulmanes; otra indicación (a parte de la profecía de Deuteronomio). Otra profecía que los intérpretes musulmanes aplican a Muhammad es la de Jesús tocante a la venida de un “Ayudador” o “Consolador”. En un comentario sobre la (Sura 61:6) “Y cuando Jesús, hijo de María dijo: Hijos de Israel Yo soy el que Dios os ha enviado, en confirmación de la Torá, anterior a Mí, y como nuncio de un Enviado que vendrá después de Mí, llamado Ahmed. Pero, cuando vino a ellos con las pruebas claras, dijeron: Esto es manifiesta magia”, dicen los escribes “sabios” musulmanes; que en el Nuevo Testamento existen varias profecías sobre Muhammad, en el Evangelio de San Juan, como por ejemplo en (Juan 16:7) “No obstante, les digo la verdad: Es para provecho de ustedes por lo que me voy. Porque si no me voy, el ayudante de ninguna manera vendrá a ustedes; pero si sigo mi camino, lo enviaré a ustedes”. Y en (Juan 15:26) “Cuando llegue el ayudante que yo enviaré a ustedes del Padre, el espíritu de la verdad, que procede del Padre, ese dará testimonio acerca de mí” y lo utilizan los predicadores musulmanes para mostrar el origen divino de Muhammad su Profeta y su Fe, como siempre sin investigar y el conocimiento exacto del Evangelio.
Pero el relato más destacado en (Juan 14:15-21) “Si ustedes me aman, observarán mis mandamientos; y yo pediré al Padre, y él les dará otro ayudante que esté con ustedes para siempre, el espíritu de la verdad, que el mundo no puede recibir, porque ni lo contempla ni lo conoce. Ustedes lo conocen, porque permanece con ustedes y está en ustedes. No los dejaré desconsolados. Vengo a ustedes. Un poco más y el mundo ya no me contemplará, pero ustedes me contemplarán, porque yo vivo y ustedes vivirán. En aquel día ustedes conocerán que yo estoy en unión con mi Padre y ustedes están en unión conmigo y yo estoy en unión con ustedes. El que tiene mis mandamientos y los observa, ese es el que me ama. A su vez, el que me ama será amado por mi Padre, y yo lo amaré y me mostraré a él claramente”.
Jesús anunció a sus discípulos que se iba de sus lados, de este mundo, pero que enviaría el Paracleto. La palabra griega Paracleto se traduce como consoladora, ayudadora. Pero, Jesús mismo en el mismo capitulo, explica claramente quien es este consolador o el ayudante, el Paracleto, en (Juan 14:26) “Mas el ayudante, el espíritu santo, que el Padre enviará en mi nombre, ese les enseñará todas las cosas y les hará recordar todas las cosas que les he dicho”. Esta claro que Jesús en este versículo, quiere decir que, este consolador o el ayudante, el Paracleto es el espíritu Santo de Dios. Sin embrago, por el interés y la manipulación de los musulmanes de las palabras, no leyeron Paracleto, sino periclito, que significa exactamente muy alabado, es el superlativo de la palabra Ahmed احمد “Alabado” a la vez es muy cerca del nombre Muhammad محمد el Profeta de los musulmanes, que en griego se dice periclito no paracleto. Y luego se dice que los musulmanes son tontos, son más listos que el hambre.
Nota, que Jesús dijo que con su ida haría a sus apóstoles huérfanos, pero no por mucho tiempo, ya que el espíritu de verdad, el Paracleto, el ayudador iba a venir. Además les dijo que serían bautizados con este espíritu de verdad, de aquí a muy pocos días, y que habían de permanecer en Jerusalén hasta que este espíritu viniera, (Hechos 1:4-5) “Y estando reunido con ellos, les dio las órdenes “No se retiren de Jerusalén, sino sigan esperando lo que el Padre ha prometido, acerca de lo cual oyeron de mí; porque Juan, en verdad, bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados en espíritu santo no muchos días después de esto”.
¡Seguramente todas estas promesas y mandamientos no tendrían sentido si los apóstoles habían de esperar seis siglos hasta la llegada de Muhammad y su Fe!
Es cierto que el espíritu Santo estaba con Jesús, pero es muy aparente que, hasta que les fue dado en el Pentecostés. Seguramente sin Jesús y su Espíritu sus apóstoles parecieron mucho a hijos abandonados, huérfanos. Seguramente sin Jesús y su Espíritu los apóstoles regresaran a sus negocios y a su vida cotidiana; no tuvieron mensaje para los judíos, no se atrevían a elegir un apóstol para ocupar el lugar de Judas. ¡Con el derramamiento del espíritu en el Pentecostés todo esto cambió! Cómo muestra (Hechos 2:1-4) “Ahora bien, mientras estaba en progreso el día de la fiesta del Pentecostés, todos se hallaban juntos en el mismo lugar, y de repente ocurrió desde el cielo un ruido exactamente como el de una brisa impetuosa y fuerte, y llenó toda la casa en la cual estaban sentados. Y lenguas como de fuego se les hicieron visibles y fueron distribuidas en derredor, y una se asentó sobre cada uno de ellos, y todos se llenaron de espíritu santo y comenzaron a hablar en lenguas diferentes, así como el espíritu les concedía expresarse”.
De allí en adelante, gracias al Espíritu Santo, el Paracleto, los apóstoles confiadamente siguieron adelante en la obra de predicación, haciendo conversos centenares de miles de personas perdidos. No tuvieron que esperar la llegada de “Muhammad” seis siglos más tarde.
Como hemos visto claramente ¡la excusa, la aplicación, la escritura y las explicaciones de los “sabios” y los predicadores musulmanes tan mala, que no pueden, probar el origen divino de Muhammad ni su Fe!
Más información:
Raad Salam Naaman, Desvelando el Islam, Monte Riego (León) 2012