El derecho a la privacidad y a las relaciones sexuales entre dos adultos del mismo sexo esta normalizado desde el año 1994, por el Comité de derechos humanos de las Naciones Unidas y garantizado por la declaración universal de los derechos humanos y el acto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Sin embargo, en la gran mayoría de los países musulmanes, hasta hoy día, en el siglo XXI, la homosexualidad es un delito, las penas que se imponen son muy severas, pudiendo llegar incluso a la pena de muerte en ejecución pública como en Arabia Saudí o Irán.
La homosexualidad está prohibida por la ley islámica, pero ¿Cuáles son las fuentes de la Ley islámica? Las fuentes principales de la Ley islámica son dos: 1ª el Corán, que es el texto central del Islam que los musulmanes creen que es la revelación y la palabra absoluta de Allah. Todo musulmán debe de obedecer y aplicar las palabras del Corán. 2ª la Sunna (Ley islámica-Shari’a), los hechos, dichos y actos de Muhammad, el Profeta del Islam y de los musulmanes, los dos contienen condenas claras contra los actos sexuales entre personas del mismo sexo.
A continuación se exponen dos relatos que citan la historia del pueblo de Lut, conocidos como sodomitas, quienes fueron destruidos por practicar actividades sexuales, homosexuales y lésbicas, prácticas que son perversas según el Islam, además parece que quieren dejar entender que no había ninguna conducta homosexual antes de que apareció por primera vez en Sodoma. Lut en árabe es el mismo que “Lot” en las Escrituras Hebreas, sobrino del Profeta Abraham. La palabra árabe “Al-Liwat” sodomizar, tiene su origen en el pueblo de Lot, que traducido al español es homosexualidad aunque en el Corán hay cinco referencias que mencionan la condena de Allah a las relaciones homosexuales:
(Sura 4:16) “Si dos de los vuestros la cometen, castigad a ambos severamente. Pero, si se arrepienten y enmiendan, dejadles en paz. Dios es indulgente, misericordioso”.
(Sura 7:80-84) “Y Lut cuando dijo a su pueblo: ¿Cometéis una deshonestidad que ninguna criatura ha cometido antes? Ciertamente, por concupiscencia, os llegáis a los hombres en lugar de llegaros a las mujeres. ¡Sí, sois un pueblo inmoderado! Lo único que respondió su pueblo fue: ¡Expulsadles de la ciudad! ¡Son gente que se las da de puros! Y les salvamos, a él y a su familia, salvo a su mujer, que fue de los que se rezagaron. E hicimos llover sobre ellos una lluvia: ¡Y mira cómo terminaron los pecadores!”.
(Sura 26:165166) “¿Os llegáis a los varones, de las criaturas, y descuidáis a vuestras esposas, que vuestro Señor ha creado para vosotros? Sí, sois gente que viola la ley”.
(Sura 27:55) “¿Os llegáis a los hombres, por concupiscencia, en lugar de llegaros a las mujeres? Sí, sois gente ignorante”.
(Sura 29:28-29) “Y Lut cuando dijo a su pueblo: Ciertamente cometéis una deshonestidad que ninguna criatura ha cometido antes. ¿Os llegáis a los hombres, salteáis y cometéis actos reprobables en vuestras reuniones? Lo único que respondió su pueblo fue: ¡Tráenos el castigo de Allah, si es verdad lo que dices!”.
Lo más curioso es que el Corán se contradice a sí mismo, que recompensa a los buenos fieles musulmanes y a los yihadistas en el paraíso, además de con 72 huries, mujeres bellas y vírgenes, con jóvenes hermosísimos (Sura 56:17-23) “Circularán entre ellos jóvenes, criados de eterna juventud con cálices, jarros y una copa de agua viva, que no les dará dolor de cabeza ni embriagará, con fruta que ellos escogerán, con la carne de ave que les apetezca. Habrá huríes de grandes ojos, semejantes a perlas ocultas”, (Sura 52:24) “Para servirles, circularán a su alrededor muchachos como perlas ocultas”. Según la tradición musulmana estos jóvenes conocidos en árabe como Gulmán “eunucos”, jóvenes eternamente célibes que estarán al servicio de los habitantes del paraíso incluso para tener relaciones sexuales con ellos.
Los musulmanes en general afirman que los hadices (dichos) son colecciones de los dichos auténticos de Muhammad. Hay muchos hadices, dichos de Muhammad que condenan y juzgan a los homosexuales, entre ellos se encuentran:
En Sunnan Al Tarmady, hadiz, N. 1456 “Muhammad dijo, condenado por Allah es aquel que hace lo que la gente de Lot”.
En Sunnan Abu Dawd, hadiz, N. 4462 “Dijo Muhammad: Ningún hombre debe mirar a las partes privadas de otro hombre y ninguna mujer debe mirar a las partes privadas de otra mujer, y dos hombres no deben dormir en la misma cama bajo una misma manta”.
En Sunnan Ibn Maya, hadiz, N. 2561, un relato que se atribuye como parte del sermón de despedida de Muhammad, dice: “Aquel que mantenga relaciones sexuales con una mujer y penetre su ano, o con un hombre o un muchacho, aparecerá el último día apestando peor que un cadáver; la gente lo encontrará insoportable hasta que entre en el fuego del infierno, y Allah anulará todas sus buenas obras”.
En Sunnan Ahmed hadiz, N. 2915 “Muhammad dijo: Cuando un hombre tiene relaciones sexuales con otro hombre, el trono de Allah, tiembla. Mata a los socios activos y pasivos en las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo”.
Existe un cierto consenso entre los eruditos islámicos, en que la homosexualidad viola Al Shari’a o la ley islámica, considerándola no solo un pecado sino un delito punible. Tanto el Doctor/Jeque Yosuf Al Qardawy, presidente de la liga islámica mundial como el Doctor/Jeque Muzammil Siddiqi director de la Sociedad Islámica de América del Norte, afirman que “Todos los seres humanos son por naturaleza heterosexuales. La homosexualidad es una desviación pecaminosa y perversa de la norma. Todas las escuelas islámicas de pensamiento y la jurisprudencia consideran los actos homosexuales ilícitos. La homosexualidad es un desorden moral, es una enfermedad maligna y un pecado grave. Nadie nace homosexual, al igual que nadie nace siendo un ladrón, un mentiroso o un asesino, adquieren estos hábitos malos debido a la falta de la debida orientación y educación. Hay muchas razones por las que está prohibido la homosexualidad en el Islam. La homosexualidad es peligrosa para la salud de los individuos y para la sociedad. Es una de las principales causas de las enfermedades más peligrosas y mortales. Es una vergüenza para los hombres y las mujeres. Deshonra a la persona. El Islam enseña que los hombres deben ser hombres y las mujeres deben ser mujeres. La homosexualidad priva al hombre de su masculinidad y la mujer de su feminidad. La homosexualidad es la forma antinatural de la vida. La homosexualidad lleva a la destrucción de la familia y de la vida. Se debe aplicar la pena de muerte por igual, sea el participante activo o pasivo. Aunque puede parecer cruel hay que mantener la pureza de la sociedad islámica y limpiarla de elementos pervertidos”.
En el año 2006, en una entrevista, en televisión Al Yazira, preguntaron el Doctor/Jeque Yosuf Al Qardawy ¿Cómo debe ser castigada la homosexualidad? Al Qardawy respondió: “Según la Ley islámica, hay que matarlos sí o sí, la diferencia está en la forma. Arrojarlos de un lugar alto o quemarlos como hizo Allah con el pueblo de Sodoma. Lo importante es tratar este acto como un crimen”.
En el año 2009 Najem Choudary, un infame imán de Londres y auto-proclamado juez del tribunal de Shari’a del Reino Unido, en una conferencia de prensa sobre la homosexualidad en el Islam, dijo textualmente “Los homosexuales deben ser lapidados hasta la muerte”.
Farroq Sekaleshfar, un clérigo musulmán chií educado en Londres y presidente del centro islámico chií Husseini, después de la matanza de Orlando (Florida) Junio 2016, cuando un hombre, Omar Siddique, de origen afgano musulmán de 29 años abrió fuego en una discoteca popular vinculada a grupos homosexuales, matando al menos a 50 personas e hiriendo a otras 53, declaró, que “Según la Ley islámica, la muerte es la sentencia de los homosexuales. Omar cumplió la sentencia o la ley de Allah, no hizo nada malo, no hay que avergonzarse”.
Estos solamente unos pocos ejemplos entre montones de declaraciones similares de dirigentes islámicos contra la homosexualidad.
Según la tradición musulmana, hay 70 pecados grandiosos o graves “Jataya ‘odma”, como la drogas, alcohol, comer carne de cerdo, adulterio, idolatría…etc., pero por encima de todos está la homosexualidad, el castigo para un pecador es la muerte y su final es terminar quemado en el infierno.
Ibn Taimiya (12631328) uno de los juristas más importantes y más radicales en la historia del Islam y el fundador de la tendencia religiosa más rígida, el salafismo, en su libro “Manhaj Al-Sunna Al-Nabawiya” dice: “Al-Yihad es un pilar santo en el Islam y es preciso para todo musulmán luchar contra el infiel. Al Yihad es la única salvación para un arrepentido musulmán que comete uno de los pecados graves, entre ellos la homosexualidad, aplicando las palabras de Allah en (Sura 2:216) “Los que creen, emigran y luchan (Al Yihad-جهاد) en el camino de Allah, esperan la misericordia de Allah. Al-Yihad es la única forma que tiene un pecador grave de redimirse”.
Un Jeque de Arabia Saudí, Salafista Wahabí que se llama Abu Ahmed Al Dama’ Al Qassab, ha descubierto una formula nueva para “liberar” a un homosexual musulmán de su pecado original grave, explica el clérigo musulmán a través de su Fatua: “1º pidiendo perdón a Allah y arrepintiéndose, 2º haciendo Al-Yihad y convirtiéndose en un mártir, al mismo tiempo que mata a los “infieles”. La fórmula consiste en guardar capsulas de explosivos en el ano de un homosexual Yihadista, con el propósito de hacerlos explotar más tarde entre los “infieles; judíos cristianos” y matar a la mayor cantidad posibles de ellos. Pero claro, para conseguir su objetivo y hacer mayor daño posible, es necesario ampliar el ano para que quepan la mayor cantidad posible de explosivos. Por lo tanto, está permitido a un yihadista homosexual pedir ayuda a un fiel musulmán para ancharle el ano y conseguir su objetivo. Es verdad la homosexualidad o practicar el sexo entre personas del mismo sexo está prohibido en el Islam, pero el fin justifica los medios”.
En virtud de Al Shari’a- Ley islámica, que son las normas legales islámicas que rigen las vidas de sus fieles; considera la homosexualidad como una ofensa a Allah, un acto contra la naturaleza, que está sentenciado a muerte. Y esta sentencia, por lo general, se aplica de una manera brutal: por lapidación hasta la muerte, quemando vivo o arrojando de un edificio alto al infractor.
Una docena de países y estados regidos por la ley islámica, como Afganistán, Arabia Saudita, Brunei, Irán, Mauritania, Pakistán, Qatar, los Emiratos Árabes Unidos, Somalia, Sudán, Argelia, Yemen y dos provincias en Indonesia, o en aquellos donde milicias fundamentalistas controlan gran parte de su territorio, como es el caso del Norte de Nigeria, bajo el dominio del grupo terrorista islamista Boco Haram o el Norte de Siria e Irak, donde el auto denominado estado islámico, mantiene ciudades bajo su dominio, ser gay o lesbiana se condena con la muerte. En otros países o territorios de mayoría musulmana aunque no se condena a muerte, tienen leyes que penalizan la homosexualidad, prescribiendo castigos que abarcan desde fuertes multas y sentencias cortas de prisión a latigazos o a más de 10 años de prisión.
Irán es famoso por colgar a hombres acusados de comportamiento homosexual. Los informes de Associated Press dicen que desde el año 2014 hasta hoy día, el ISIS ha ejecutado a más de 100 personas en Siria e Irak por ser homosexuales, incluidos tres hombres que fueron arrojados desde lo alto de un edificio de 30 metros en Mosul en junio del 2015.
Tanto las leyes islámicas como los dirigentes radicales islámicos patrocinan el yihadismo islámico, condenan al colectivo de gays y lesbianas (homosexuales) y lo expresan en los términos más extremos y fuertes posibles, libremente y sin ninguna recriminación. ¿Qué pasaría si algún sacerdote, Obispo o un simple cristiano declarara algo similar acerca de los homosexuales?
Me preguntó ¿Dónde están los defensores de los derechos humanos y de la libertad sexual? ¿Dónde está el orgullo gay y fémin? ¿Dónde están los grupos anti sistema? ¿Dónde están…..tantas y tantas organizaciones de izquierdas pro-islam?
Para protestar y sin razón, todos ellos, están dispuestos y se atreven asaltar una iglesia o una catedral, atacar un sacerdote o un Obispo, sin embargo, los mismos, no tienen la valentía para protestar y con razón frente una mezquita o contra un Jeque fanático radical musulmán.
Con todo ello y por decir la verdad sobre el Islam, personas por ignorancia y sin conocerme, afortunadamente son muy pocas, opinan y me juzgan como homófobo, xenófobo o islamófobo; términos que nunca me gustaron ni me gustan, me entristecen y me afectan muchísimo, porque durante muchos años luché contra sus sentidos.
1. Es verdad que soy cristiano católico caldeo de origen iraquí, creyente, practicante, defensor de mis principios cristianos y a mucha honra, pero con mucho respeto a otros que profesen otras creencias, ateos o agnósticos. Defiendo el derecho a la vida, contra el aborto y el matrimonio homosexual, y ¿Qué? Es mi opinión, mi derecho y mi libertad, estamos en un país libre, no estamos en Arabia Saudí o Irán. No creo que eso dé derecho a nadie a calificarme de homófobo, de ningún modo estoy contra los homosexuales, porque una cosa es contra el matrimonio homosexual y otra es contra los homosexuales, no tiene nada que ver. Para mayor abundancia, tengo el honor de contar entre mis buenos amigos a algún homosexual y alguna lesbiana. Además, hasta hoy día tengo muy presente en la memoria la imagen de un familiar mío, Ashur, descanse en paz, homosexual del que yo fui con 15 años testigo de su asesinato cuando él tenía 14 años, varios colegas le quemaron vivo en el patio del colegio, rociándolo con gasolina, al mismo tiempo que gritaban “Allah Akbar, Allah Akbar…lapidamos un maricón” ante la mirada de decenas de presentes y por la rabia y la angustia de no poder impedirlo caí enfermo varios meses. En otra ocasión, en la universidad, presencié como arrojaban desde el tejado a un chico y una chica ambos amigos míos, por su orientación homosexual, sin que pudiese hacer nada por ellos. Durante 10 años, he participado como teniente en las guerras, de Irak, en las que algún amigo homosexual ha sufrido persecución hasta la muerte por su condición y yo he arriesgado mi vida por ellos. Nunca olvidaré de mi buen amigo Ahmed, descanse en paz, que era homosexual, que me salvo la vida, entregando la suya por mí. No soy homófobo y que Dios me libre.
2. Quien no me conoce he de decirle, que en toda mi vida en Irak, mi país natal, he luchado pacíficamente con la palabra, defendiendo mi fe cristiana, la libertad religiosa, los derechos humanos, contra un régimen dictatorial tan cruel como el de Saddam Husein y contra el fanatismo islámico. He sufrido persecuciones, malos tratos, encarcelamientos, secuestros en varias ocasiones, herido en dos ocasiones, sintiendo la espada de los radicales musulmanes en mi cuello, una docena de veces y finalmente condenado a muerte, de la que salí milagrosamente gracias a la intervención de mi padre, que al final no pudo salvar su vida, asesinado por esos mismos radicales. Yo mismo he sido anti-sistema, pero de un sistema podrido, no en sistema parlamentario y en democracia como el que disfrutamos afortunadamente hasta hoy en este gran país, nuestra patria España, en el que algunos descerebrados pretenden proclamarse como anti-sistema en un país en el que está defendida la libertad de expresión. Si tenéis coraje, os invito a visitar Irán, Arabia Saudita, Somalia o Irak, para luchar contra el sistema o manifestarse como anti sistema allí, aquí es muy cómodo.
¿No será que estas personas pretenden que todos pensemos como ellos? En realidad, estas personas son anti las personas que no piensen como ellos, sin embargo, yo reclamo mi derecho a tener mis propias opiniones y a expresarlas, sin ofender a nadie.
¿Cómo puedo ser xenófobo, no siendo ario ni europeo, siendo semita caldeo? He sufrido en mi país y en mi propia carne, lo que aún sigue sufriendo mi gente, la persecución por nuestra condición humana y nuestra orientación religiosa. No soy xenófobo y que Dios me libre.
3. No es falsa modestia, pero llevo casi 40 años, investigando, estudiando y escribiendo sobre las religiones en general y el Islam en particular. Soy un apasionado por conocer la verdad sobre las religiones, eso viene reflejado en mis estudios, como doctor en filología árabe, estudios islámicos y ciencias religiosas entre otros títulos y en mis sumas publicaciones y docencias. Con todo lo que he estudiado, lo que he visto y he vivido con mi familia y mi comunidad cristiana en mi país natal Irak, de persecuciones, malos tratos, asesinatos, violaciones, destrucciones, etc. hasta hoy día, en el nombre de Allah y el Islam, seguramente, mis conocimientos, mi entendimiento de los orígenes, el desarrollo del Islam y la forma de expresarme, hacen pensar que soy islamófobo o políticamente incorrecto, sin embargo, compartir estos conocimientos, es beneficioso para todos, incluso para los mismos musulmanes. Aquí lo único que me pueden achacar es de decir la verdad sobre el Islam, siempre utilizando sus fuentes y solamente analizándolas, a fondo. Yo no soy islamófobo, no odio ni guardo un rencor al Islam ni a los musulmanes, ni tengo miedo de nadie ni de nada, porque corre contra mis principios cristianos y de mi forma de ser.
Quien me conoce sabe perfectamente que soy español de pie a cabeza y de corazón, amo está tierra que me ha acogido, donde en mi país natal Irak, intentaron matarme. Soy totalmente libre, tan libre que estoy soltero con 57 años, no pertenezco a ninguna congregación cristiana, ni estoy afiliado a ningún partido político, aunque comparto algunas ideas políticas y sociales con algún partido político, es mi derecho como ciudadano integro, amo y defiendo a este país, son mis derechos democráticos y mi libertad, que afortunadamente este país todavía desfruta de ellos y están en su constitución. Desde mi libertad escojo lo que creo que se ajusta a mis convicciones, tan respetable como aquellos que se presentan por Podemitas.
Los musulmanes en sus países de mayoría, han y están persiguiendo, maltratando y matando a los cristianos que viven con ellos en minoría, nadie dice nada, ni se atreve hablar de ello, yo no deseo el mal a nadie, mi único deseo es compartir mis conocimientos y mis entendimientos sobre el Islam, es decir la verdad.
Raad Salam Naaman
Cristiano católico caldeo de origen iraquí