Cuando facilito una charla, una conferencia, una entrevista o intervención en una tertulia sobre el Islam, siempre alguien sin conocimiento, acusa la iglesia católica y la Biblia de lo mismo. Para hablar de la iglesia o el cristianismo, es obvio conocer los cimientos del cristianismo, la vida y el mensaje de Jesús, la historia de la iglesia, el poder del Vaticano…etc.
De igual forma, cualquiera que quiera hablar del Islam debe conocer profundamente y en su lengua original el árabe antiguo, los orígenes y el comienzo del Islam, la vida o la biografía del patrón o el fundador de la religión musulmana, las fuentes, las escuelas y las interpretaciones de la Ley islámica…etc.
En general, no es fácil hablar u opinar de las religiones, sin el conocimiento exacto, lo que ocurre en España, el deporte nacional, es opinar de todo dando la sensación de que se sabe de todo.
Nadie puede negar que, a lo largo de la historia la Iglesia ha cometido muchas barbaridades, errores y crímenes. Como cristiano católico me avergüenzo de todo lo que ha hecho la Iglesia en los siglos pasados, como por ejemplo “la inquisición”. Sin embargo, “la inquisición” no tiene ninguna justificación bíblica, ni nada que ver con las enseñanzas de Jesús. La inquisición fue una interpretación de la iglesia en aquel tiempo, con intereses políticos y económicos. Como resultado, la inquisición no tuvo éxito y no duro mucho.
Al contrario que Muhammad y sus partidarios, Jesús y sus discípulos no iniciaron la divulgación de su fe por la fuerza militar, Jesús entregó su alma por toda la humanidad, entre ellas los musulmanes.
No nos dejemos engañar el mensaje de Jesús no tiene nada que ver con el mensaje de Muhammad. A continuación, propongo una comparación entre el mensaje de Muhammad y el mensaje de Jesús:
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Raad Salam Naaman
Cristiano católico caldeo de origen iraquí