(Salmo 146:5) “Feliz es el que tiene al Dios de Jacob por ayuda, cuya esperanza está en El Señor”. Puedo decir que estoy feliz,
Si preguntas a cualquier musulmán, practicante o no practicante, chií o suní, de Arabia Saudita, marroquí o iraní, donde sea, tanto imames como el resto de los musulmanes, por la apostasía en el Islam, todos indican que, el Islam no condena la apostasía. Pero la verdad es otra.
Dentro del Islam, los suníes y los chiíes es, no están de acuerdo en muchos asuntos, interpretan el Corán de una forma diferente, se contradicen, se pelean y no pueden vivir en armonía juntos. Sin embargo los dos están de acuerdo en un asunto muy importante, la condena a muerte a la apostasía. Tanto Al Corán como la Lay Islámica (Al Shari’a), las cuatro principales escuelas de la jurisprudencia islámica; Maliky, Hanify, Shafi`y y Hanbely, están de acuerdo sobre, que el musulmán, tanto mujeres como hombres en pleno uso de sus facultades mentales, apostate del Islam debe ser condenado a muerte.
Con el comienzo del Islam, muchas personas se convirtieron a musulmanes por miedo de Muhammad y sus seguidores, no por Fe. Después de la muerte de Muhammad en el año 632, se quitó este recelo a muchas personas y dejaron de formar parte del Islam.
El primer Califa ortodoxo Abu Bakr, se preocupó y se ocupó durante todo su mandato que duró dos años a perseguir a todos aquellos que abandonaron el Islam, matando la gran mayoría de ellos, hasta que uno de ellos consiguió matarle en el año 634. Estas guerras fueron conocidas o llamadas en el Islam hasta hoy día como “Horub Al-Rada” las guerras contra la apostasía. Claro, Abu Bakr, aplicaba las palabras de su profeta Muhammad en Sahah Al-Bujari Hadiz N. 6922 leemos: “Muhammad dijo: Todos los que cambien su religión islámica, mátalo”.
Otra forma de proscripción del Islam es el “Takfir” practica que consiste en acusar a otro musulmán de apostasía, aunque solo un Ulema le puede declarar o acusarle de “Takfir” (impiedad), término que deriva de la palabra árabe “kafir” que significa impuro o infiel y se considera una persona maldita a los ojos de la comunidad musulmana. Sin embargo algunos grupos integristas se abrogan esta prerrogativa y aplicar directamente el mismo castigo que a los apóstatas, es decir la muerte.
Según la interpretación que se dé al Corán son varias las posibilidades para el castigo de la apostasía para toda persona que habiendo abrazado el Islam voluntariamente reniega de él que van desde la amonestación, como muestra el Corán (Sura 88:21) “¡Amonesta, pues! Tú eres sólo un monitor”, el fuego del infierno (Sura 3:85-91) “Si alguien desea una religión diferente del Islam, no se le aceptará y en la otra vida será de los que pierdan. ¿Cómo va Allah a dirigir a un pueblo que ha dejado de creer después de haber creído, de haber sido testigo de la veracidad del Enviado y de haber recibido las pruebas claras? Allah no dirige al pueblo impío. Esos tales incurrirán, como retribución, en la maldición de Allah, de los ángeles y de los hombres, en la de todos ellos. Eternos en ella, no se les mitigará el castigo, ni les será dado esperar. Serán exceptuados quienes, después de eso, se arrepientan y se enmienden. Allah es indulgente, misericordioso. A quienes dejen de creer, después de haber creído, y luego se obstinen en su incredulidad, no se les aceptará el arrepentimiento. Ésos son los extraviados. Si uno que no cree muere siendo infiel, aunque ofrezca como precio de rescate la tierra llena de oro, no se le aceptará. Esos tales tendrán un castigo doloroso y no encontrarán quienes les auxilien” o el ser combatidos hasta la muerte (Sura 9:12-13) “Pero, si violan sus juramentos después de haber concluido una alianza y atacan vuestra religión, combatid contra los jefes de la incredulidad. No respetan ningún juramento. Quizás, así, desistan. ¿Cómo no vais a combatir contra gente que ha violado su juramento, que hubiera preferido expulsar al Enviado y os atacó primero? ¿Les tenéis miedo, siendo así que Allah tiene más derecho a que Le tengáis miedo? Si es que sois creyentes…”, y estas prescripciones son aplicables incluso a aquellos que habiendo sido educadas en esta creencia desde su niñez la abandonan posteriormente pues se considera que los hijos de un musulmán son un posesión dedicada a Allah y no puede abandonar el Islam.
Tanto los suníes como los chiíes, consideran que se comete apostasía en los siguientes casos:
- Los ateos
- Los adeptos a monoteístas que rechazan el Islam
- Los politeístas
- Los que adoran a Allah en una forma material (imágenes)
- Los musulmanes que abjuran de su fe
- Los que niegan que Muhammad fuera profeta
- Las blasfemias, contra el Islam
- La quema del Corán
- Aquellos que sostienen doctrinas contrarías a los Ulemas
Que Dios nos libera del Islam y sus leyes.
Raad Salam Naaman
Cristiano católico caldeo de origen mesopotámico