¿La mejor comunidad?

Uno de los aspectos más características del Islam es la fuerza del vínculo que une entre sí a los fieles, a pesar de los inevitables roces en este mundo. Los musulmanes se muestran orgullosos de ello y a los predicadores les gusta repetir este versículo (Sura 3:110) “Sois la mejor comunidad humana que jamás se haya suscitado: ordenáis lo que está bien, prohibís lo que está mal y creéis en Dios. Si la gente de la Escritura creyera, les iría mejor. Hay entre ellos creyentes, pero la mayoría son perversos”. Esta comunidad, fundada y dirigida por Muђammed, fue cimentada según Al Corán por la gracia de Dios que reconcilió a los árabes desunidos y los hizo hermanos (Sura 3:103) “Aferraos al pacto de Dios, todos juntos, sin dividiros. Recordad la gracia que Dios os dispensó cuando erais enemigos: reconcilió vuestros corazones y, por su gracia, os transformasteis en hermanos; estabais al borde de un abismo de fuego y os libró de él. Así os explica Dios Sus signos. Quizás, así, seáis bien dirigidos”.
La comunidad musulmana es la que tiene más justificado decir de Abraham, que no era ni judío ni cristiano; (Sura 3:67) “Abraham no fue judío ni cristiano, sino que fue hanif, sometido a Dios, no asociado”. Es la comunidad de los últimos tiempos, ya que Al Corán llama a Muђammed “el sello de los profetas”; (Sura 33: 40) “Muђammed no es el padre de ninguno de vuestros varones, sino el Enviado de Dios y el sello de los profetas. Dios es omnisciente”. Después de declarar que el profeta tenía la misión de predicar el juicio final en la madre de las ciudades, es decir en La Meca, y en sus alrededores, en una misión local (Sura 42:7) “Así es como te revelamos un Corán árabe, para que adviertas a la metrópoli y a los que viven en sus alrededores y para que prevengas contra el día indubitable de la Reunión. Unos estarán en el Jardín y otros en el fuego de la gehena”. Al Corán lo presenta luego como enviado a todos los hombres, como una misericordia para el universo entero, es decir encargado de una misión universal (Sura 21:107) “Nosotros no te hemos enviado sino como misericordia para todo el mundo”. Por otra parte, mucho más tarde Al Corán dirá igualmente que fue enviado a los judíos y a los cristianos; (Sura 5:15) “Gente de la Escritura; Nuestro Enviado ha venido a vosotros, aclarándoos mucho de lo que de la Escritura habíais ocultado y revocando mucho también. Os ha venido de Dios una Luz, una Escritura clara”.
Esta comunidad establece vínculos de fraternidad, de forma que los musulmanes son como hermanos y las tradiciones refuerzan esta afirmación cuando proclaman: el musulmán es hermano del musulmán. Dios es el gran señor y el protector de la comunidad en la que todos los musulmanes son miembros de pleno derecho; (Sura 49:10) “Los creyentes son, en verdad, hermanos. Reconciliad, pues, a vuestros hermanos y temed a Dios. Quizás, así, se os tenga piedad”. No aceptan como Waly (amigos sin reserva, o miembros de pleno derecho de la comunidad) a los judíos, a los cristianos, a los paganos o a los enemigos del Islam; (Sura 5:51) “Creyentes; No toméis como amigos a los judíos y a los cristianos. Son amigos unos de otros. Quien de vosotros trabe amistad con ellos, se hace uno de ellos. Dios no guía al pueblo impío”
La entrada en la comunidad es un compromiso religioso, por lo que es imposible hablar de laicidad. Aunque creen en una fraternidad igualitaria, donde todos los musulmanes son miembros de pleno derecho de la comunidad, la realidad es que aún sin sacerdocio, existe una clase de clérigos conocedores de Al Corán, que se han convertido en una especie de jerarquía social. Este concepto de fraternidad está reforzado por las observancias religiosas: plegarias a las mismas horas, con el mismo ritual (todos hacia la Ka`aba, símbolo de la unidad musulmana); con el mismo ayuno del Ramadan que marca el aspecto social de la vida pública; con los mismos vestidos e idénticos ritos para los hombres que van en peregrinación a La Meca. Para vincularles aún mas entre sí, se les pide que busquen el consejo de sus compañeros (Sura 42:38) “Escuchan a su Señor, hacen la Şalat, se consultan mutuamente, dan limosna de lo que les hemos proveído”. El estatuto de los judíos y de los cristianos está regulado por un famoso versículo. El contexto indica que se trata de aquellos que no se han convertido al Islam; (Sura 9:29) “Combatid contra quienes, habiendo recibido la Escritura, no creen en Dios ni en el último Día, ni prohíben lo que Dios y su Enviado han prohibido, ni practican la religión verdadera, hasta que, humillados, paguen el tributo directamente”. Con este versículo los judíos y cristianos pasaban a ser declarados ciudadanos de segundo grado en su propio país. Si la ley musulmana tuviera que aplicarse de nuevo en tierra del Islam, todo dependería de la interpretación de este versículo. Si se sigue la interpretación antigua, tal como proponen los movimientos islamistas, nos encontramos con una vuelta hacia atrás discriminatoria para con los no musulmanes. La única cuestión que se plantea es la siguiente: ¿Es posible que los países musulmanes acepten otra interpretación más amplia de este versículo?
`Abdul Raђman bin Naşr Al- Sa`dy, en su libro “Tafsir Kalam Al- Manan” dice: “Este versículo anima a los musulmanes a atacar y matar a los incrédulos (judíos y cristianos), a quienes no tienen la fe verdadera y no prohíben lo que Dios y su Enviado han prohibido y a todos aquellos quienes no practican la religión verdadera (Islam)”.
Entre los miembros de la comunidad, Al Corán denuncia todavía a los hipócritas y a los musulmanes aprovechados que siguen un doble juego (Sura 9:73) “Profeta; combate contra los infieles y los hipócritas, sé duro con ellos. Su refugio será la gehena. Que mal fin”.

Se muestra severo asimismo con los beduinos que sólo buscan su propio interés y su botín más que la victoria del Islam; (Sura 9:97) “Los beduinos son los más infieles, los más hipócritas y los más propensos a ignorar las leyes contenidas en la revelación de Dios a Su Enviado. Dios es omnisciente, sabio”.

`Abdul Raђman bin Naşr Al- Sa`dy, Tafsir Kalam Al- Manan, PG 334, 2001.

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